LA HABANA.-La economía cubana creció 4.7 por ciento en el primer semestre de 2015, frente al mismo período del año pasado, impulsada por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y las reformas domésticas, dijo el ministro de Economía, Marino Murillo.
La aceleración de la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) fue vista como una buena señal por el gobierno, luego de que en el 2014 creció sólo un 1.3 por ciento y en los últimos siete años, cuando se han aplicado reformas a la economía cubana, promedió un alza de 2,3 por ciento.
"Esto es muy bueno, teniendo en cuenta que el pasado año sólo crecimos uno por ciento", destacó el presidente Raúl Castro en un discurso de clausura de la sesión semestral en la Asamblea Nacional, luego de conocerse las cifras.
Murillo dijo que "en comparación con igual etapa de 2014, todas las actividades crecen", según un reporte de la Agencia de Información Nacional (AIN).
El también vicepresidente del Consejo de Ministros agregó en un informe que "la agricultura creció un 4.8 por ciento, la industria azucarera (22.6 por ciento) y la manufacturera (8.0), la construcción (8.7) y el comercio (6.7 por ciento)".
Murillo destacó que la actividad turística aumentó más del 15 por ciento, pero los ingresos para el Estado no crecieron en la misma proporción en parte por la caída de los valores de varias monedas frente al dólar estadounidense.
Los ingresos reportados por el Ministerio de Turismo aumentaron apenas un 4 por ciento hasta mayo.
El ministro dijo que Cuba ha mantenido una balanza comercial positiva en lo que va de año, pero admitió que las finanzas han estado afectadas por los valores más bajos del euro y otras monedas frente al dólar, así como por la caída de los precios de algunas exportaciones como el níquel y productos del petróleo.
En cuanto a la inflación, la AIN reportó que "se comporta según lo planificado: entre el 3 y el 3,5 por ciento".
La economía cubana se ha visto beneficiada de una serie de reformas orientadas al mercado que fueron introducidas por Raúl Castro en 2011, luego de que reemplazó en el 2008 a su convaleciente hermano Fidel en la presidencia del país.
Las reformas han incluido la ampliación del sector privado y cooperativo para reducir el papel del Estado en la economía, dando más autonomía a las empresas estatales, así como una flexibilización del sector agrícola.