Los mexicanos avizoran un panorama económico más adverso para el país en el presente año, con un menor crecimiento, mayor inflación y menores posibilidades de adquirir bienes.
Durante el último mes de 2016 el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) acumuló 11 meses de descensos, revelando la preocupación de los hogares por la situación de la economía mexicana en los próximos meses, el elemento con peor desempeño del indicador.
El ICC cayó en términos anuales 7.8 por ciento, la mayor caída en la percepción de confianza para un mes de diciembre desde 2013, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Inegi.
Al cierre del año lo que más mermó la confianza de los consumidores fue la incertidumbre sobre el rumbo de la economía del país en los siguientes 12 meses. En comparación con 2015 la confianza sobre este punto se redujo 14 por ciento, dato con el que acumula año y medio de caídas constantes.
Alejandro Cervantes, subdirector de economía nacional de Grupo Financiero Banorte, consideró que la caída en la confianza es un efecto de la incertidumbre sobre el desempeño económico de México tras la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, así como la depreciación que este evento provocó sobre el peso.
"En el primer caso y a pesar del incremento en el salario mínimo, es probable que los consumidores estén considerando un panorama económico más pesimista tras las políticas económicas que podrá implementar Donald Trump", apuntó en un reporte.
En el segundo caso, indicó que los consumidores mexicanos probablemente estén descontando una mayor inflación derivado de la fuerte depreciación que ha registrado la divisa mexicana tras los resultados electorales de Estados Unidos.
De los 15 rubros que estiman el sentimiento de confianza de los hogares, sólo dos registraron aumentos en términos anuales. Entre los principales componentes, el segundo de mayor reducción fue la percepción de los consumidores sobre la situación actual de la economía mexicana comparada con el año pasado, con una baja de 11.4 por ciento, hilando 11 meses en terreno negativo.
Entre los indicadores complementarios del ICC, las expectativas de los consumidores sobre el comportamiento de la inflación durante el próximo año fueron las que señalaron el mayor pesimismo. Anualmente éstas cayeron más de 17 por ciento.
Tan sólo las posibilidades económicas que los encuestados declararon tener para salir de vacaciones durante los próximos 12 meses y las posibilidades que dijeron tener para ahorrar alguna parte de sus ingresos registraron aumentos anuales, de 5.0 y 6.5 por ciento, respectivamente.
De acuerdo con Cervantes, la expectativa es que la confianza de los consumidores continúe deprimida e incluso acentúe su descenso en enero, ya que en este mes se capturará el efecto del alza en los precios de la gasolina.
