Economía

Citigroup fue astuto al vender sus participaciones

Los bancos europeos que apostaron por Turquía podrían tener problemas tras el intento de golpe de estado en ese país, por lo que ese gobierno tendrá la encomienda de edificar un mercado atractivo para ellos.

El sector financiero turco está bajo presión después del intento de golpe militar del fin de semana pasado. Es muy pronto para evaluar el impacto económico, pero los analistas ya están advirtiendo sobre la amenaza de que aumenten los costos de financiamiento, la volatilidad cambiaria y las pérdidas de préstamos para los bancos del país.

Eso presagia problemas para los bancos europeos que apostaron fuerte a las perspectivas de crecimiento de Turquía... y justifican la decisión de Citigroup de salir del país con pérdidas en 2015.

En los papeles, Turquía debería constituir un mercado atractivo para los bancos extranjeros: su economía y su población están creciendo, la demanda de préstamos está aumentando y el país transita un camino que podría llevarlo a ser miembro de la Unión Europea.

En la práctica, las ganancias vienen resultando esquivas. En 2014, la unidad turca de HSBC generó más pérdidas que cualquiera de los otros 46 bancos en el país, según Bloomberg News. La debilidad de la moneda afectó incluso a los operadores más grandes, como el español BBVA que depreció su inversión en Garanti, uno de los bancos más grandes del país, en cerca de mil 800 millones de euros (dos mil millones de dólares) debido a la caída de la lira.

Hasta ahora, la mayoría de los bancos retuvo sus operaciones en Turquía. La demanda de esos activos es limitada y el costo de una salida apresurada parece elevado.

Si se deteriora la perspectiva económica, la retirada de Citigroup terminará pareciendo cada vez más oportuna, más allá del costo.

También lee: