Economía

Casa Blanca anuncia amplio impulso de desregulación

Esta acción de eliminar regulaciones se ajusta a la promesa de campaña de Donald Trump largamente repetida de promover políticas amigables con el mercado con el objetivo de disminuir la carga para la economía estadounidense.

WASHINGTON.- La Casa Blanca dijo este jueves que retiró de consideración o revaluó más de 800 propuestas de regulación que nunca se habían concluido durante el Gobierno del expresidente Barack Obama, en momentos en que la administración de Donald Trump trabaja para reducir la impronta reguladora heredada.

En un reporte, el Gobierno de Trump señaló que había retirado 469 acciones reguladoras planificadas, que habían sido parte de la agenda de la administración de Obama publicada en el último otoño boreal, antes del recambio presidencial.

Los funcionarios también revaluaron 391 procedimientos de regulación activos reclasificándolos como a largo plazo o inactivos, "permitiendo una revisión más cuidadosa", dijo la Casa Blanca.

La acción de eliminar regulaciones se ajusta a la promesa de campaña de Trump largamente repetida de promover políticas amigables con el mercado.

Los inversores también han anticipado la medida, que llevó a un alza de los precios de las acciones ante la esperanza de una desregulación que permita el crecimiento de los negocios y genere mayores ganancias.

En febrero, Trump firmó un decreto para crear en las agencias fuerzas de tareas para una "reforma regulatoria" que sería a su juicio el esfuerzo más amplio para retrotraer la burocracia estadounidense de las últimas décadas.

El mandatario ha prometido barrer con las regulaciones estadounidenses y previamente ordenó a las agencias gubernamentales que rechacen dos normas por cada nueva que adopten.

Trump instruyó a cada agencia federal establecer una fuerza de tareas para asegurar que tengan un equipo que investigue todas las normativas y apunte a eliminar toda aquella regulación que implique una carga para la economía estadounidense.

Los organismos deben designar a funcionarios para las reformas regulatorias dentro de 60 días y luego reportar los avances en 90 días. El esfuerzo es parte del impulso republicano por deshacer muchas de las medidas tomadas por Obama.

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