Economía

Cambio climático, un gran reto para el campo mexicano

Para que México se convierta en una potencia mundial agroindustrial, es necesario implementar tecnología y seguros, estimó José Meza, director nacional agroalimentario de Finterra.

La tecnología y los seguros son las herramientas claves para hacer frente al cambio climático, que representa uno de los retos más importantes para el campo mexicano, aseguró José Meza, director nacional agroalimentario de Finterra, a El Financiero.

Y es que para 2050 la demanda de alimentos mundial aumentará 70 por ciento, según estimaciones de la FAO, lo que podría orillar a que se priorice el rendimiento sobre la sustentabilidad.

"Estamos enfocando esfuerzos por que México logre convertirse en una potencia mundial en la producción y calidad para satisfacer esta gran demanda, para lo anterior, es primordial la incorporación de la tecnología", dijo el directivo.

Si bien el campo sufre directamente el cambio climático por medio de sequías o lluvias intensas como las registradas en los últimos 12 meses y que han estado detrás de los incrementos de los precios de productos como el limón y el aguacate, la actividad agropecuaria también es una de sus principales causas.

En particular la producción ganadera aporta cerca de 18 por ciento de los gases de efecto invernadero, según un estudio de la FAO. Además, esta actividad también es uno de los principales degradadores de los suelos y de las industrias que consumen más agua pues solo una vaca lechera se toma hasta 150 litros diarios.

Una de las maneras en la que los productores y agroempresarios pueden garantizar una producción sustentable es haciendo uso de tecnologías y adaptando sistemas como biodigestores, con los que se pueden producir fertilizantes orgánicos e incluso generar electricidad, dijo Meza.

Finterra, que fue fundada en 2004 y ahora funciona como una Sofom, ya tiene puesta la mira en los sectores agropecuarios más atractivos del país, que el año pasado logró exportaciones agroalimentarias por cerca de 25 mil millones de dólares.

Se trata de la agroindustria y todo aquél producto con valor agregado que sea atractivo en el exterior, además de la producción pecuaria cuya demanda mundial se espera aumente a medida de que México expande sus mercados, como lo prevé hacer al mundo musulmán.

También lee: