Economía

Bancos centrales "sub-cero" podrían estar empeorando problema de inflación baja

Debido a la baja inflación que se registra en algunos países, bancos centrales como el Japón y el BCE  luchan por guiar las expectativas de nuevo a objetivos de precios al consumidor de alrededor de 2 por ciento.

LONDRES.- Los bancos centrales advierten sobre unas expectativas de inflación "desamarradas", pero quizá son ellos mismos los que están levando anclas.

Afectadas por el colapso del precio del petróleo en los últimos 20 meses, las tasas de inflación en Europa y Japón actualmente están cerca del cero por ciento o incluso bajando.

Algunos economistas ahora prevén que la inflación de la zona euro para 2016 en conjunto estará en terreno negativo y ya no descartan eso como un fenómeno aislado que ocurre durante algunos meses.


Temerosos de que esas tasas de inflación bajas puedan distorsionar la conducta de los consumidores y las empresas, llevando a que posterguen su consumo de hoy a la espera de bienes más baratos en el futuro, los bancos centrales luchan por guiar las expectativas de nuevo a objetivos de inflación de alrededor de 2 por ciento.

Y la única manera en que parecen ser capaces de lograr eso es siendo muy agresivos en el alivio de la política monetaria para tratar de convencer a todo el mundo de que eventualmente tendrán éxito en su objetivo.

El Banco Central Europeo y sus pares en Japón, Suiza, Suecia y Dinamarca han llevado las tasas de interés a territorio negativo e insisten en que continuarán en caso de ser necesario.

En el caso del BCE, se prevé ampliamente que rebaje su tasa de depósitos de menos 0,3 por ciento la próxima semana, al menos en 10 puntos básicos.

Pero si las expectativas de la inflación futura son lo que los funcionarios están tratando de impulsar, la estrategia no está funcionando, y hay un creciente coro de preocupaciones de que las tasas de interés negativas de hecho podrían estar empeorando el problema.

Al reducir la rentabilidad de los bancos, y por lo tanto sus hojas de balance y su disposición a prestar, o incluso alentar el atesoramiento de dinero físico para evitar las tasas de depósitos, creció el nerviosismo en el mercado financiero sobre las tasas de interés "sub-cero" y sus consecuencias no buscadas.

"El camino al Infierno está lleno de buenas intenciones", dijo el jefe de asignación de activos de Pictet Wealth Management, Christophe Donay.

"La implementación de tasas de interés negativas por parte del Banco de Japón y el BCE tuvo un resultado bastante opuesto, reactivando los temores deflacionarios por medio de un impacto en la rentabilidad de los bancos", agregó.

Pero también podría existir una distorsión más mecánica que aumenta la niebla en el horizonte, reduce la visibilidad y genera temores de algún problema con la política monetaria.

Es posible que a medida que las tasas de interés y los rendimientos de los bonos se tornan negativos, comiencen a arrastrar la mediciones de las expectativas de inflación, también, con lo que la política termina corriendo detrás de su propia cola.

Parte del problema es cómo los bancos centrales leen el impreciso mundo de las expectativas de inflación, y si su habitual monitoreo a través del prisma del mercado de los títulos públicos sigue siendo adecuado en un clima de rendimientos nominales negativos.

Los llamados "puntos de equilibrio" (breakevens) deducen una visión del mercado de la inflación futura al comparar los rendimientos nominales de los bonos con los de aquellos de los bonos protegidos de la inflación que prometen un retorno más allá de la inflación.

La medida que anteriormente favorecía el BCE, la tasa de forward de los breakevens a cinco años, diseñada para medir la inflación promedio entre 2020 y 2025, pinta un cuadro realmente alarmante de la fe en la capacidad del BCE para reactivar la inflación de nuevo a su meta en cualquier momento a lo largo de la próxima década.

Desde que el BCE recortó por última vez su tasa de depósito que ya era negativa, en diciembre, esta medición de la inflación bajó unos 45 puntos básicos, incluso hasta 1,36 por ciento esta semana.

Y no mostró señales de cambiar pese a una recuperación de los precios del crudo internacionales el mes pasado y las crecientes expectativas de mayores recortes en las tasas de depósitos del BCE y más estímulos.

"El mercado realmente está desafiando la capacidad del BCE de crear inflación en cualquier momento en el futuro", dijo Semin Soher, gerente de cartera de Pioneer Investments.

Las dificultades para tratar de que el euro baje y las percepciones de que el BCE no fue lo suficientemente agresivo eran razones posibles de esto, agregó.

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