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Una ubicación privilegiada, mano de obra barata y cada vez más preparada convirtieron a los estados del Bajío en un foco para la Inversión Extranjera Directa (IED) que llega a México desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En conjunto, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí recibieron 4 mil 766 millones de dólares en 2017, 23 veces más respecto a 1994, año en que entró en vigor el acuerdo.
"Antes de esta época, hace 25 o 30 años, siempre pensábamos en los estados del norte, pero en realidad el centro y el Bajío toman buenas lecciones y comienzan a ser muy atractivos", explicó Leticia Armenta, investigadora del Tecnológico de Monterrey.
"Querétaro y Guanajuato comenzaron a atraer industria automotriz. A pesar de esto, sigue habiendo presencia de agroindustria y agricultura, pero estos productos se volvieron muy importantes", destacó la experta.
Para Francisco Reyes, investigador de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de León, el imán que ha tenido el Bajío para atraer capital foráneo reside en el costo de su mano de obra, la ubicación de la región y la logística que hay en la misma.