Economía

Baja certificación de calidad, limitante para empresas

La ausencia de un sistema de mejora continua en las empresas mexicanas reduce sus posibilidades para ser proveedoras de consorcios más grandes debido a que contar con una certificación de calidad les da mayor valor agregado y por ende, una ventaja frente a sus competidores.

CIUDAD DE MÉXICO.- Las reformas estructurales que se han implementado en el país, sobre todo la energética, implicarán un gran reto para la industria nacional, porque si no cuentan con un certificado en sus procesos de calidad y ambientales, sus posibilidades de convertirse en proveedoras de los grandes consorcios que llegarán a México a invertir serán escasas.

Además en el país ya no es nuevo que los grandes corporativos y el propio gobierno le exijan a las empresas abastecedoras de algún producto o que brinden algún servicio, cuenten con un sistema de gestión de mejora continua.

Además una empresa que cuenta con una certificación de calidad la coloca en una situación ventajosa frente a sus competidores, "porque le da mayor valor agregado".

De acuerdo a la Organización Internacional ISO, hoy más de 176 países han adoptado como norma nacional y más de un millón de empresas a nivel mundial ya están certificadas, lo que da una relación promedio de 5 mil 681 compañías certificadas por país, aunque los países europeos superan en promedio las 50 mil.




Los países con el mayor número de certificados ISO en el mundo son China, Estados Unidos, Japón, Reino Unido, España, Alemania, India, Francia, Australia, e Italia.

Entre los países latinoamericanos Brasil ocupa el primer sitio con más empresas con una certificación, después está Argentina, México, Colombia y Chile.

Raúl Rodríguez, vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, señaló que en el nuevo escenario que vive hoy el país, por las reformas estructurales, se abren excelentes oportunidades para el desarrollo y éxito de las empresas mexicanas.

CALIDAD, UNA EXIGENCIA

El empresario indicó que el nuevo marco legal de sectores como el energético exigen calidad, ser altamente competitivos y responder con eficacia a los desafíos que hoy se tienen.

Para que las pequeñas y medianas empresas cuenten con la capacidad de avanzar en la calidad de la prestación, no sólo de sus productos y servicios, se hace una obligación que éstas cuenten con una certificación en sus procesos, además también hay que tener presente que hoy a los empresarios los obligan a adoptar y aceptar esquemas que contengan estándares internacionales de productividad, calidad a la salud, la atención, la seguridad, cuidado al medio ambiente, además de la responsabilidad social.

Indicó que anteriormente un sistema de gestión era una ventaja, pero ahora se ha convertido en un requisito que deben cumplir para participar e incursionar con éxito en los mercados nacionales o internacionales, "por eso debemos hacer que los empresas se interesen en la implementación en los sistemas de gestión de la calidad".

A nivel internacional muchas veces no sólo se exige a la empresa una certificación de ISO 9001, para ser considerada confiable, sino que ahora también se le está pidiendo que se certifique en ISO 14000, que corresponde a un sistema de gestión ambiental.

REQUISITOS POR SECTOR

Si una compañía aspira a ser proveedora de la industria automotriz, ésta lo primero que pide es la certificación ISO/TS 16949. Además para los siguientes años, los sistema de gestión de calidad que va a tomar fuerza será la ISO 27000 o la ISO 55000, estratégicos para el sector energético.

César Cervantes León, director de consultoría de la empresa de Profesionales en Asesorías Especiales, Consultoría y Capacitación (INLAC), explicó que un sistema de gestión de la mejora continua, sirve para evaluar cómo funciona una organización (empresa) y para tomar decisiones que deben basarse en la relación benéfica de ésta con sus proveedores.

Graciela Hernández, directora general de la firma Kelly Services México, indicó que la adopción de la certificación ISO-9000 le proporciona a las compañías una herramienta que les permite cumplir con los requisitos mínimos para llegar a los objetivos, entre los que se encuentran el tener bien identificadas las necesidades de los clientes y contar con una creciente productividad.

Dos áreas de trabajo concentran la mitad de las normas de calidad internacionales.

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