Economía

Apreciación del peso afecta el envío de remesas


 
Jeanette Leyva Reus
 
 
Pese a los índices de desempleo que registra la Unión Americana y las iniciativas en contra de los migrantes, el corredor México-Estados Unidos es uno de los principales negocios para Western Union.
 
Luis Felipe Rodríguez, director en México de la empresa de envíos de dinero, explicó que, en comparación con otros años, en 2013 la industria de remesas ha tenido diversos descensos, también como efecto de la fortaleza del peso.
 
"La apreciación del peso es también algo que llega afectar al envío de remesas, porque el migrante prefiere hacerlo cuando el peso está menos fuerte para que el beneficiario reciba más recursos."
 
La semana pasada, el Banco de México informó que el ingreso por remesas familiares en el primer trimestre del año fue de 4,847 millones de dólares, cifra 10% menor a la registrada en igual periodo de 2012.
 
Rodríguez también dijo que los cambios regulatorios por parte de las autoridades estadounidenses son un tema que está presente en la operación de la remesadora y que ha influido en el descenso de los envíos.
 
Para lo que resta del año, estimó, el panorama en términos de crecimiento es conservador, por lo que mayo resultará fundamental para ver cuál será la tendencia que pueda prevalecer en materia de crecimiento de las remesas en 2013.
 
En entrevista con EL FINANCIERO, consideró que si el peso se mantiene fuerte en lo que resta de 2013, el envío de remesas se reducirá en el corto plazo, pero al final del año se regularizaría este impacto. En México, señaló, el mercado ha sufrido ajustes regulatorios muy importantes que permitirán cambiar la dinámica en los negocios, con la entrada de los nuevos canales, como son los teléfonos celulares.
 
Inclusión financiera
 
Rodríguez recordó que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y el Banco de México han modificado disposiciones sobre el uso de los dispositivos móviles asociados a cuentas bancarias, que permiten -entre otras operaciones- el envío de dinero.
 
"Éste es un modelo positivo, porque promueve la inclusión financiera, para abrir una cuenta bancaria niveles I y II, los requisitos son muy sencillos y promueven el acceso de las personas al sistema bancario."
 
En este nuevo entorno regulatorio y tecnológico en el país, la expectativa para la empresa remesadora es agregar valor a la cadena de negocio, y los bancos son agentes de Western Union con los que prevén trabajar. "Hoy ya existe la posibilidad de que un usuario de nosotros abra una cuenta nivel II, y está relacionada con una tarjeta, con un celular o inscrita a un sitio de Internet.
 
"Lo que proveemos a este modelo es la entrada de recursos, porque el segmento que utiliza nuestros servicios está subatendido en términos financieros."
 
Más que competir con los bancos, hay la posibilidad de incluir a más personas al sistema bancario formal, con la combinación de nuevas tecnologías y cambios regulatorios, explicó.
 
Las ventajas de ello, dijo, son que la mayor eficiencia tecnológica reduce costos, pues si se recibe el dinero en un celular y éste puede gastarse al usar un medio de transporte, o comprar en una tienda de abarrotes, se incrementa el uso de estos medios de pago.
 
Sin embargo, este modelo de celular asociado a una cuenta bancaria se ha visto tardar entre tres a cinco años en ser más utilizado por las personas.
 
Información proporcionada por El Financiero Diario.
 

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