Economía

ANÁLISIS: Bolsa Mexicana, con baja participación relativa al PIB


 
Esteban Rojas H.

Las acciones que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) tienen, en este mes, un valor de capitalización de 466 mil 860 millones de dólares, lo que representa 44.81 por ciento del Producto Interno Bruto del país, de acuerdo con cifras publicadas por Bloomberg, participación que la coloca como una de las más rezagadas en Latinoamérica.
 
En países como Chile, Colombia, Perú y Brasil, la participación relativa de sus mercados accionarios con respecto a su tamaño de sus economías es mejor que la observada en México, al ascender a 124.44, 77.84, 62.23 y 48.28 por ciento, en cada caso.

Dentro de los mercados más importantes de la región, el tamaño relativo de la BMV solamente es superior al de Argentina y Venezuela.

El valor de capitalización de la Bolsa Mexicana la coloca en segundo lugar en Latinoamérica, solamente detrás de Brasil, en tanto que en el mundo, su participación relativa asciende a solamente 0.81 por ciento del total.

El mayor mercado accionario es el de Estados Unidos, con un valor de 19.95 billones de dólares, en tanto que Canadá, el otro socio comercial del Tratado de Libre, tiene una capitalización de 2.03 billones de dólares y representa el 3.5 por ciento del total a nivel mundial.

En Corea del Norte, que ha sobresalido en los últimos años como potencia emergente, la participación relativa de su mercado accionario con relación al PIB es del 104.05 por ciento, con una capitalización a 1.17 billones de dólares.

El bajo tamaño relativo del mercado accionario mexicano en el contexto internacional proporciona una idea del largo camino que hay que recorrer para poderlo desarrollar más y convertirlo en una verdadera palanca de financiamiento para la economía.

Luego de años de relativa sequía en materia de colocaciones accionarios en la BMV, en el 2013 se ha desatado una ola de ofertas que van desde bancos hasta aerolíneas, situación que contribuirá a mejorar el valor de capitalización, pero aún está lejos de alcanzar a naciones como Brasil, que tienen un mayor número de emisoras listadas.

La atonía observada en el crecimiento de la economía mexicana ha frenado el auge de colocaciones en México, pero la perspectiva de la aprobación de reformas estructurales, como la energética y hacendaria, pueden aumentar de nueva cuenta el apetito de los inversionistas por el papel de las empresas.

Una fuente de demanda para las acciones es sin lugar a dudas los recursos provenientes de los fondos de pensiones, lo que puede dar un fuerte soporte a las ofertas públicas iniciales.

En lo que resta del 2013, todavía se pueden colocar nuevas emisoras, el gran reto es convencer a los inversionistas que están haciendo una buena adquisición.

En lo que va del año, los extranjeros se han mantenido relativamente alejados del mercado accionario, al preferir invertir sus recursos en el mercado de deuda, lo que puede cambiar en la medida que se perciba una mejor perspectiva para la economía mexicana.

Uno de los pendientes que todavía queda por resolver es generar condiciones propicias para que puedan cotizar en bolsa las acciones de empresas como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad.

Esta situación daría una masa crítica suficiente para hacer más atractivo el mercado accionario e incentivar a otras empresas privadas a hacer lo mismo para obtener recursos financieros en mejores condiciones para su expansión. En el mundo, siempre es mejor tener a un accionista que a un acreedor.
 

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