Economía

ANÁLISIS: Banxico, rehén de las tasas de interés en EU


 

Esteban Rojas H.

La política monetaria fijada por el Banco de México se verá cada vez más influida por el alza en las tasas de interés internacionales, particularmente en los Estados Unidos, que por el menor dinamismo esperado en el crecimiento de la inflación en nuestro país.

El viernes, es posible que el complicado contexto externo determine que el instituto central mantenga la tasa interbancaria de equilibrio sin cambio en 4.0 por ciento.
 
En los próximos meses es probable que se cierre la posibilidad de la utilización de la política monetaria como un incentivo a la actividad productiva e, incluso, se corre el riesgo de que se pueda dar un sesgo restrictivo.

El Banco de México dífilamente podrá ignorar el alza en las tasas de interés en los Estados Unidos y el inicio de la política de desmantelamiento de los estímulos monetario por parte de la Fed.
 
De principios de mayo a la fecha, el rendimiento líder del bono norteamericano a 10 años se ha incrementado en 1.09 puntos. A pesar de la virulencia del incremento, este comportamiento no es nuevo. Su tasa pasó de un mínimo histórico de 1.39% el 24 de julio del 2012 y a uno de 2.70% en la actualidad.

El alza en tasas y su consiguiente acompañamiento en los cambios de flujos de capital hacen prácticamente inoperante la posibilidad de que Banxico pueda bajar de nueva cuenta su tasa de referencia en lo que resta del año como algunos en los participantes de los mercados estaban esperando.

El hecho de que la tasa de fondos federales en los Estados Unidos pueda permanecer sin cambio dentro de un rango de 0.0 a 0.25 por ciento después de que la Fed empiece a reducir sus compras de bonos no es suficiente para dar margen de maniobra al Banco de México. Al final la tendencia alcista en los rendimientos existentes en el mercado secundario de deuda es la que terminará de imponerse.

El martes por la mañana, el INEGI publicará los datos de la inflación correspondiente al pasado junio, esperando un resultado favorable, aunque insuficiente para contrarrestar al ferrocarril en sentido contrario que representa el alza en las tasas de interés en los Estados Unidos.

Para el indicador general y el de la subyacente se esperan variaciones de 0.05 y 0.16 por ciento, en cada caso. De ser así, el crecimiento de los precios a tasa anual registrará una disminución.
 
En otro frente, para la subasta primaria de valores gubernamentales número 28 del año es probable esperar un sesgo alcista. Las más perjudicadas serán los plazos largos. El denominado bono M, con vencimiento en mayo del 2031, puede experimentar un incremento en su tasa de alrededor 1.06 puntos.


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