Economía

Alza de gasolina, gas y luz le pega a la comida de los 'Godínez'

El incremento de precio de los energéticos impactará a los comercios de alimentos, desde comidas corridas hasta puestos de quesadillas y antojitos.

Ni la comida promedio del Godínez se va a salvar de una alza de precios pues restaurantes de comida corrida, fondas y hasta locales de garnachas van a aumentar sus precios a causa del incremento en la gasolina, el gas y hasta la luz.

La gasolina subió entre 14 y 20 por ciento, lo que pega a la distribución de los productos, pero los incrementos en el gas y la luz son los que más pega a este tipo de establecimientos, concordaron locatarios del centro de la ciudad.

"Sí nos afecta bastante porque el incremento es bastante alto. Lo que más usamos es el gas y la electricidad por los refrigeradores", dijo Mario Alberto Uribe Ortega, quien opera una cocina económica en la Ciudad de México.

Incluso, Uribe anticipa que tendrá que subir 9 por ciento el menú, de 55 a 60 pesos para paliar el incremento en sus costos de producción.

"Normalmente consumimos de gas a la semana aproximadamente 2 mil pesos, ahorita con (el incremento) de 20 por ciento va a ser más", dijo Uribe, quien ahora calcula gastar 2 mil 400 pesos a la semana de gas.

En tanto que otros establecimientos, han optado por eficientar gastos y consumir menos gas, como en el caso del restaurante Con Gusto, que ahora compra el litro de gas un peso con 20 centavos más caro.

"En nuestro caso para salir toda la semana le ponemos 220 litros de gas y gastamos mil 487 pesos, ahora con esa misma cantidad de dinero se le está poniendo 180 litros de gas, son 40 litros que obviamente se resienten", dijo Brisa Núñez, encargada del restaurante.

En el restaurante, si bien no han incrementado su menú de 50 pesos, ya evalúan de cuánto será el alza.

Sin embargo, también tienen en mente que no pueden subir tanto los precios porque si no los clientes se les van.

"Para salir se tiene que aumentar como de ocho a 10 pesos el menú, estamos hablando a 58 o 60 pesos, pero también está la contraparte, los clientes resienten mucho eso", agregó Núñez.

El impacto no sólo se quedó en las cocinas corridas, pues los locales de quesadillas y gorditas, a los que los oficinistas acuden cotidianamente, también saldrán más caros pues subirán al menos un peso, que es cerca de 10 por ciento, el precio de sus productos individuales.

"Aunque nosotros no quisiéramos tenemos que subir precios para empezar, si no no sale; pero este rezago económico no es actual, viene desde hace muchos años", dijo Mariano López, de la fonda Mi Lupita.

Sólo en menos de dos meses, López aumentó dos pesos el costo de las quesadillas, pues a mediados de noviembre, cuenta, le incrementaron de 13 a 14 pesos, y para iniciar este 2017, otro peso más.

LA CUESTA APENAS COMIENZA

Aunque el incremento en los combustibles desató controversia tanto en hogares como comercios, las fuentes consultadas por EL FINANCIERO coincidieron que el gas, la gasolina y la luz son sólo apenas el comienzo de los precios, puesto que la comida, anticipan, subirá aún más.

Además de las subidas que se esperan en alimentos a causa de los incrementos en las gasolinas, los restauranteros ya se preparan para enfrentar las alzas estacionales de diversos productos como el limón y el aguacate, que suelen subir mucho sus precios cuando no es temporada y que son insumos clave en la cocina que ellos ofertan.

"Es evidente que tenemos que subir los precios porque no sólo es del gas, es de todas las materias primas, del aceite, todo", dijo Núñez.

Un ejemplo es el aceite que compra en La Merced, pues el bidón de 20 litros subió 8.3 por ciento al pasar de 360 a 390 pesos, explicó.

En tanto que para López, en el caso de la carne de cerdo, esta subió de 70 a 80 pesos el kilo antes de Navidad, por lo que los incrementos en los costos de producción se sienten desde el año pasado.

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