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Bruselas.- La mayoría de los europeos, cerca de 75 por ciento, vive en centros urbanos, donde consume 70 por ciento de la energía disponible y causa embotellamientos que, combinados, cuestan cada año a la mancomunidad el equivalente al 1.0 de su PBI.
Por lo anterior, la Comisión Europea (CE) considera que uno de sus mayores desafíos es adaptar las ciudades de la Unión Europea (UE) al continuado crecimiento demográfico y transformarlas en ambientes inteligentes y sostenibles.
Este año, la CE destinó 365 millones de euros (unos 468 millones de dólares) del presupuesto a proyectos de investigación centrados en crear "inteligentes" recursos energéticos y métodos de transporte y comunicación, en asociación con las autoridades municipales.
"Las tecnologías urbanas inteligentes pueden contribuir mucho para atajar varios de los desafíos urbanos", sostuvo el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger.
Entre las innovaciones que el Ejecutivo comunitario quiere impulsar figuran sistemas de calefacción y refrigeración de alta eficiencia, dispositivos de gestión de energía en tiempo real y la construcción de edificios auto-suficientes en barrios enteros.
En el área de transportes, la CE aboga por una nueva generación de vehículos y camiones movidos a electricidad, silenciosos y no contaminantes, que remplacen totalmente los actuales movidos a combustibles fósiles.
"Necesitamos avanzar en las investigaciones e innovaciones que nos permitan alcanzar nuestras metas de ciudades libres de CO2", abogó por su parte el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas.
La CE argumenta que la transformación deseada no sólo reducirá la contaminación, mejorará la movilidad y optimizará el uso de la energía en las ciudades, sino que dará paso a nuevos modelos empresariales y contribuirá a la competitividad de la industria europea.
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