Al concluir 2016 la economía mexicana reportó un mayor dinamismo, reflejado en una aceleración del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) y un resultado superior al previsto del Producto Interno Bruto (PIB).
En diciembre la actividad productiva reportó un incremento anual de 2.7 por ciento, el crecimiento más importante en 15 meses, según la serie ajustada por estacionalidad del IGAE.
Por su parte, el PIB registró un crecimiento anual de 2.4 por ciento, evidenciando un ajuste al alza respecto al estimado, de 2.2 por ciento, de acuerdo con un reporte del INEGI.
Mejores resultados de los previstos para el sector agropecuario como para servicios, propiciaron una expansión mayor a la esperada en los últimos meses del año anterior, con lo que mitigaron el estancamiento en la industria.
Ganadores. En el cuarto trimestre las ramas con mayor crecimiento fueron la fabricación de embarcaciones y la industria del acero, con alzas de 43% y 30% anual.
Perdedores. Las mayores caídas en el trimestre, de 26% y 23% ocurrieron en la fabricación de accesorios de iluminación y en la fabricación de derivados del petróleo.
En especial, el consumo de los hogares se mantuvo en crecimiento hacia el término del año, pese al entorno de incertidumbre a nivel local e internacional.
"En general el sector agropecuario ha visto un mejor desempeño en todo este año, en parte deriva de mayores precios de commodities, particularmente los relacionados con la agricultura, sumado a un mayor tipo de cambio", explicó Mariana Ramírez, analista económico de Banco Ve por Más.
RACHA POSITIVA EN EL AGRO
El sector agropecuario fue el segmento con el aumento más considerable en diciembre, con un avance anual de 4.5 por ciento, medido con el IGAE.
El bloque de servicios anotó una alza de 3.9 por ciento en el mes, la más robusta en un año. Sin embargo, el sector industrial reportó una contracción de 0.1 por ciento.
Respecto al desempeño del bloque terciario, Jorge Gordillo, director de análisis económico de CiBanco, refirió que durante el último trimestre el consumo estuvo influido por el aumento en el flujo de remesas al tiempo que la volatilidad provocó adelantos en las decisiones de compras.
Precisó que siempre que la economía crezca por encima de lo esperado es buena noticia. Sin embargo, adelantó que aún se esperan algunos eventos que generan mucha incertidumbre.
Ramírez detalló que entre los desafíos que se esperan para 2017 figura una mayor inflación que merme los salarios reales, así como mayores tasas de interés.
Además alertó que, a pesar de que la confianza de los consumidores ha perdido correlación con el indicador de ventas, aún mantiene una relación cercana a 30 por ciento, por lo que la disminución en la confianza podría estar afectando hacia delante también la parte de consumo.
La preocupación en la economía va a venir en los dos siguientes trimestres, sobre todo en qué pasará con el mercado interno