Economía

¿A quién beneficia que sean deducibles al 100% las prestaciones laborales?

José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, explica que las prestaciones sociales son beneficios tangibles para los trabajadores que redundan en un beneficio para la economía.

La demanda del sector privado de que regrese la plena deducibilidad de las prestaciones sociales laborales beneficia al trabajador al incrementar sus ingresos en especie, pero también al consumo interno y a las propias empresas para que reinviertan ese dinero, señaló José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

"Las prestaciones sociales son beneficios tangibles para los trabajadores, es una mejora a los ingresos en especie y redunda en un beneficio para la economía, porque permite que los trabajadores destinen su ingreso monetario o líquido a otros objetivos mientras usan los vales en su despensa, todo esto es un beneficio para el consumo interno", dijo este martes a El Financiero.

El sector privado apoyó el incremento salarial del 16 por ciento a nivel nacional que tendrá lugar a partir del 2019, pero quieren que los esfuerzos sean recíprocos y que el Gobierno les regrese el beneficio fiscal que perdieron en 2014 cuando les acortaron la deducibilidad de las prestaciones sociales laborales del 100 por ciento a sólo el 53 por ciento.

"A las empresas les permite, al poder deducir estas prestaciones, utilizar esa liquidez en otros aspectos como inversión o contratación de empleo, principalmente", indicó.

De la Cruz señaló que para el Gobierno otorgar este estímulo fiscal implica una disminución de los ingresos fiscales.

Hasta antes de 2014, las compañías deducían el 100 por ciento de las prestaciones sociales adicionales al salario como apoyos en seguros de gastos médicos mayores, vales de gasolina, despensa y fondo de ahorro, entre otros. La reforma fiscal de 2014 recortó la deducibilidad al 53 por ciento con la inconformidad de los empresarios con el argumento de que se iba a precarizar el mercado laboral y mermar el poder adquisitivo del sector formal de la economía.

Cuando se redujo la proporción de deducibilidad, el costo lo absorbieron algunas empresas, mientras que otras los eliminaron y el trabajador resultó el afectado, apuntó el director del IDIC.

Los empresarios han insistido cada año, cuando se presenta el Paquete Económico a los legisladores, que se regrese a la plena deducibilidad; este año no fue la excepción.

"Hay que incentivar las prestaciones legítimas que se entreguen para que haya más empresas dando prestaciones", dijo Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

La generación de ingresos tributarios en México es la más baja entre los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en el último reporte del organismo, México se situó en el lugar 36 con una proporción de los ingresos tributarios del 16.2 por ciento del PIB de 2017, una ligera reducción respecto a 2016 cuando fueron equivalentes al 16.6 por ciento.

La estructura fiscal de México se caracteriza principalmente por mayores ingresos provenientes de impuestos en las ganancias corporativas, impuestos a nómina, al valor agregado y a bienes y servicios.

México está en el primer lugar dentro de la OCDE en impuestos a las ganancias corporativas y el sexto por impuestos a nómina.

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