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Janne Andersson, el singular jefe vikingo

El estratega de la Selección de Suecia ya se encuentra catalogado como uno de los personajes más notables de la presente Copa de Mundo.

En una época en que la globalidad es el paradigma que rige en el futbol, la Selección de Suecia le encargó su destino a un técnico que nunca ha dirigido fuera de su país.

Janne Andersson, estratega del equipo escandinavo, ya se encuentra catalogado como uno de los personajes más notables de la presente Copa de Mundo debido a su singular personalidad la cual, combinada con el éxito deportivo, le permitirá a Suecia disputar este sábado la fase de cuartos de final contra Inglaterra.

¿De qué magnitud es la excéntrica personalidad de Andersson? Por ejemplo, durante su etapa como entrenador del Halmstad BK, de la Liga sueca, manifestó su afición por los los hot-dogs a un grado tal que clasificó a los estadios de los equipos rivales en función de cuál de ellos servía los mejores perros calientes.

Igualmente, Andersson también es el máximo goleador en la historia del club Alets IK, en el que sumó 207 anotaciones en 383 partidos.

Los reflectores en Suecia comenzaron a iluminarlo en 2015, cuando llevó al IFK Norrköping a un sorprendente título de Liga, con una plantilla que no presumía grandes figuras, pero que funcionaba colectivamente.

Por ello, cuando fue nombrado estratega nacional el 23 de junio de 2016, directivos, afición y jugadores le dieron un bono de confianza, pese a que en unos meses se anunció el retiro de la Selección de veteranos como Zlatan Ibrahimovic, Andreas Isaksson, Anders Svensson y Kim Kallström.

Fue entonces que los seleccionados conocieron el método de Andersson, el cual está amparado en la disciplina táctica, una fuerte defensa y esperar con paciencia el momento oportuno para hacer daño al rival. Sin importar las limitaciones técnicas que tengan respecto al enemigo, los suecos están convencidos de que pueden vencerlo con la labor en grupo.

Fue así que en el repechaje para Rusia 2018, en noviembre de 2017, su equipo le quitó el boleto a Italia. En medio de la algarabía de los suecos en San Siro, Andersson tuvo otro detalles único y se puso limpiar el vestuario visitante, recogiendo la basura que sus propios jugadores habían generado en Milán.

Andersson rompe con la 'tradicional' personalidad sueca de guardar serenidad en todo momento. En general, se le ve tranquilo cuando las cosas van bien, pero tiene mal genio cuando siente que su equipo es superado.

"Tengo que admitir que no me siento orgulloso cuando veo fotos mías en la que parezco un monstruo", declaró esta semana el estratega, en lo que se muestra otras de sus virtudes: la capacidad para reírse de sí mismo.

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