Culturas

La Ruta de la Amistad, olvidada, en descuido y hasta rechazada

El conjunto de 19 esculturas que se instaló en la Ciudad de México para los Juegos Olímpicos de 1968 tiene un valor histórico, pero se encuentra en descuido total.

A cincuenta años, la Ruta de la Amistad tiene un valor histórico, pero ni el origen pacificador, ni la relación de las piezas con el espacio público permanecieron, de acuerdo con especialistas consultados por El Financiero.

La organización de los XIX Juegos Olímpicos representaba para México su entrada a la modernidad y la ruta tenía como propósito reflejar ese ambiente progresista. Fue considerado el corredor artístico más grande del mundo, con 19 esculturas monumentales a lo largo de 17 kilómetros para unir los escenarios olímpicos de San Jerónimo a Cuemanco.

En un congreso en México en 1967, Mathias Goeritz, quien fue el encargado de coordinar la Ruta, defendió la necesidad de que el diseño artístico se enfocara en la ciudad contemporánea. Lamentaba que el arte quedara en un ámbito reducido y era optimista respecto a cómo cambiaría el entorno con las esculturas monumentales encomendadas a artistas como Kiyoshi Takahashi, Grzegorz Kowalsk y Helen Escobedo.

"Un arte integrado desde el inicio del plan urbano es de gran importancia en la actualidad. Esto significa que la obra artística se alejará del entorno del arte para el bien del arte y establecerá contacto con las masas a través de la planeación total", advirtió entonces.

Pero el anhelo de progreso estaba marcado por la política. La investigadora Cristina Híjar, especialista en espacio público, relata que en esos años, los artistas de la Escuela Mexicana, con David Alfaro Siqueiros a la cabeza se enfrentaban a las nuevas generaciones sobre la idea que cada uno tenía del arte.

"Siqueiros seguía propugnando el nuevo realismo, el nuevo humanismo y la forma figurativa y una generación de artistas jóvenes y otros no tanto, como Rufino Tamayo, planteaban nuevos lenguajes. Fue una confrontación agresiva, porque tenía que ver con una tendencia impuesta desde el Departamento de Artes Visuales de la OEA, de despojar al arte de cualquier referencia a la realidad, a la propuesta de sentidos revolucionarios y de liberación nacional, que era lo que anunciaba la triunfante Revolución Cubana".

Rumbo al Olimpo

En 1966, Goeritz le propuso al presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos, el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, la inclusión de una serie de eventos culturales, como los que organizaban los griegos durante los Juegos Olímpicos de la Antigüedad. La ruta, formó parte de la Olimpiada Cultural que se realizó del 19 de enero al 31 de diciembre de 1968.

La Olimpiada Cultural tomó como suyo el lema de la justa deportiva, 'Todo es posible en la paz'. Para la investigadora Graciela Schmilchuk, creadora del documental La Ruta de la Amistad, disponible en YouTube, la idea que Mathias Goeritz quiso exponer sobre la paz, era abstracta y utópica.

"En cambio, la de amistad fue muy concreta: gracias a sus contactos internacionales y sus amigos escultores la ruta fue posible. La resignificación paródica que la Gráfica del 68 hizo del símbolo de la paloma de la paz, en medio de las luchas sociales combatidas de manera sucia y sangrienta por el gobierno ese año, me parece la mejor respuesta. No se limpia la sangre con blancas palomas, ni con Rutas Olímpicas".

La ruta canceló la noción y la práctica de "espectador" como aquel que contempla, agrega Schmilchuk. "Las esculturas se concibieron para automovilistas que circularían a 70 Km/h, sin detenerse. Eso las hizo decorativas, en el buen sentido. Aportaron imágenes modernas para un público de clase media ávida de modernizarse en el hogar, en el vestido, en los hábitos. Y, lo más importante, alimentaron el imaginario de modernidad. Diez años más tarde, el Espacio Escultórico en la UNAM reafirmaría ese imaginario, al adoptar la nueva noción de arte público".

Las disputas por el espacio público, agrega Cristina Híjar, "son una enorme y muy valiosa herencia del 68, que lo 'okupa' de manera simbólica y política. Hoy, por ejemplo, coexisten las esculturas de Sebastián, con los anti monumentos, que son otras construcciones, está afectado todo el proceso, no hay una individualidad como artista, sino que responden a un agravio social".

Entre la urbanización y el olvido

Las 22 piezas de la Ruta, 19 en el camino y tres invitadas: El sol rojo, de Alexander Calder, en el Estadio Azteca; La Osa mayor de Mathias Goeritz frente al Palacio de los Deportes y Hombre Corriendo, de Gerardo Cueto en Ciudad Universitaria, fueron rápidamente descuidadas después del 68.

Quizá el mayor problema no sea el crecimiento de la ciudad (algunas piezas tuvieron que ser removidas por la construcción del segundo piso del Periférico), sino el abandono institucional. Desde 1969 y hasta 1994, cuando se creó el Patronato Ruta de la Amistad, ninguna autoridad se hizo cargo de la ruta. Hoy, su cuidado depende del Patronato, con la colaboración de la iniciativa privada.

Sin la intervención de Luis Javier de la Torre, quien preside en Patronato, las esculturas no sólo serían totalmente invisibles, sino que varias ya no existirían, dice Graciela Schmilchuk. "El Patronato es una empresa maravillosa, quijotesca y visionaria. En algún momento Mathías Goeritz pensó que debía destruirse, pero Mathías no tenía ninguna conciencia histórica, y Luis Javier de la Torre sí. La idea de un conjunto de piezas urbanas monumentales fue única en su tiempo y también inspiradora de otra ruta escultórica en Jerusalén en los 80".

El arquitecto Javier Ramírez Campuzano, hijo de Pedro Ramírez Vázquez, lamenta el descuido del espacio público, pero aboga por una reconciliación con la historia. Reconoce que no es posible negar, e incluso condenar la matanza ocurrida diez días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, pero también hay que reconocer los aciertos, como fue el uso de espacios públicos.

"Ya no es una ruta, las esculturas no se pueden apreciar de la misma manera, pero eso no quiere decir que inhiba nuevos usos. Luis Javier de la Torre lo hace con el Paseo Ciclista y otras actividades. Algunas piezas están en mejores condiciones, otras se han logrado cambiar donde hay acera, o son puntos de destino, como las del trébol de Insurgentes y Periférico".

El fundador del Patronato Ruta de la Amistad y titular del Archivo Ramírez Vázquez, destaca que la misma generación que protestó en 1968, hizo posible la realización de los Juegos Olímpicos. "Esa reconciliación que hubo entonces, con un propósito común, es lo que debemos rescatar, propiciar la convivencia y hacer espacios para uso común. Se puede recuperar, cada zona tiene su vocación; hay que encontrarla".

Siga la Ruta

Las 19 esculturas se colocaron cada kilómetro y medio. El paisaje iniciaba con un valle de piedra volcánica hasta llegar a una zona de campos rurales y lagunas. Fuente: http://www.mexico68.org

Estación 1. Señales. Ángela Gurría (México)

Ubicación original: Glorieta de San Jerónimo

Ubicación actual: Trébol vial de Periférico e Insurgentes Sur

Estación 2. El Ancla. Willi Gutmann (Suiza)

Ubicación original: Periférico Sur y Luis Cabrera

Ubicación actual: Trébol vial de Periférico e Insurgentes Sur

Estación 3. Las Tres Gracias. Miroslav Chlupac (Checoslovaquia)

Ubicación original: Periférico Sur y Fuentes de Pedregal

Ubicación actual: Trébol vial de Insurgentes Sur y Periférico

Estación 4. Sol. Kiyoshi Takahashi (Japón)

Ubicación original: Periférico Sur y Santa Teresa

Ubicación actual: Trébol vial de Insurgentes Sur y Periférico

Estación 5. El Sol Bípedo. Pierre Székely (Hungría – Francia)

Ubicación: Periférico Sur y Boulevard de la Luz

Estación 6. Torre de los Vientos. Gonzalo Fonseca (Uruguay)

Ubicación: Periférico frente al Centro Comercial Perisur

Estación 7. Hombre de Paz. Costantino Nivola (talia)

Ubicación original: Villa Olímpica

Ubicación actual: Trébol vial de Insurgentes Sur y Periférico

Estación 8. Disco Solar. Jacques Moeschal (Bélgica)

Ubicación: Zona Arqueológica de Cuicuilco

Estación 9. Estados Unidos. Todd Williams (EUA)

Ubicación: Villa Olímpica

Estación 10. Reloj Solar. Grzegorz Kowalski (Polonia)

Ubicación: Trébol vial de Insurgentes Sur y Periférico

Estación 11. México. José María Subirachs (España)

Ubicación: Trébol vial de Insurgentes Sur y Periférico

Estación 12. Janus. Clement Meadmore (Australia)

Ubicación original: Periférico, en el terreno que hoy ocupa el Colegio Olinca

Ubicación atual: Trébol vial de Insurgentes Sur y Periférico

Estación 13. Muro Articulado. Herbert Bayer (Austria – EUA)

Ubicación original: Periférico Sur (dirección sur-norte)

Ubicación actual: Frente a la zona arqueológica de Cuicuilco

Estación 14. Tertulia de Gigantes. Joop J. Beljon (Holanda)

Ubicación: Periférico y Viaducto Tlalpan

Estación 15. Puerta de Paz. Itzhak Danziger (Israel)

Ubicación: Periférico Sur y Av. México-Xochimilco

Estación 16. Francia. Olivier Seguin (Francia)

Ubicación: Periférico Sur cerca de la Glorieta de Vaqueritos

Estación 17. Charamusca Africana. Mohamed Melehi (Marruecos)

Ubicación: Periférico Sur y puente de Muyuguarda

Estación 18. México en proceso de restauración. Jorge Dubón (México)

Ubicación: Explanada principal de la pista de canotaje de Cuemanco

Ubicación: Periférico Sur a la altura del embarcadero de Cuemanco

Estación 19. Puertas al Viento. Helen Escobedo (México)

Ubicación: Periférico Sur a la altura del embarcadero de Cuemanco

También lee: