Culturas

¿De dónde vienen las 'fake news'? Él te lo explica

Según el autor, el poder político ha fabricado noticias falsas para mantener el control de sociedades a las que es fácil convencer con rumores y confusiones.

La RAE aprobó en su diccionario el término 'posverdad', palabra precisa para señalar lo que la consultora Gartner anticipa en sus Predicciones Tecnológicas 2018 para 2022: la mitad de las noticias que circularán en el mundo serán falsas.

El periodista español Marc Amorós analiza este fenómeno en Fake News. La verdad de las noticias falsas (Plataforma), un libro que pretende desentrañar las verdades de las falsedades que circulan en Internet, desde la mujer que se operó para tener un tercer seno, hasta los supuestos tiraderos de cadáveres en Cancún o el presunto apoyo del papa Francisco a Donald Trump.

¿Cuál es el riesgo de vivir entre tanta información falsa?

Las fake news nos ponen en una situación más compleja de la que pensamos, en tanto que pueden alterar nuestro relato del presente y del pasado. Está comprobado que construimos nuestra historia con base en la información que compartimos. Si un grupo en redes sociales ha compartido información falsa es probable que en el futuro el cerebro la recupere como veraz. El cerebro humano es muy malo para almacenar datos y muy traicionero a la hora de recordar, porque lo que en realidad almacena es aquello que nos hace felices.

¿Los políticos se han aprovechado de ello?

Los poderosos siempre han intentado controlar el flujo de información. Las fake news se han convertido en un instrumento de control de ese flujo. Antes, tal control se hacía através de la desinformación, la opacidad o la propaganda. Las noticias falsas hoy inventan una realidad con base en ciertos intereses ideológicos para convencer a la gente de que las cosas son como ellos dicen que son. Los políticos han descubierto en los apócrifos una forma de infundar desconfianza en la sociedad y dirigirla hacia donde ellos desean: medios de comunicación, partidos políticos, grupos sociales.

Se fomenta la desconfianza en la información tradicional para que todo se fíe a la versión del gobernante en cuestión. Esta es la forma en que opera Donald Trump. Él califica de fake news toda aquella información que no le beneficia. Por eso se mueve bien en las redes sociales. El riesgo de las noticias falsas es convertir a la información en una cuestión de fe. También hay gobiernos que las utilizan para intentar incidir en la estabilidad democrática de otros países, como sucedió en la injerencia de Rusia con Irán. Las fake news también son un arma ideológica. Asegura que las buenas noticias falsas son aquellas que reafirman los prejuicios y las opiniones de la gente...

Asegura que las buenas noticias falsas son aquellas que reafirman los prejuicios y las opiniones de la gente...

Por su diseño, las redes sociales buscan hacernos felices siempre y crearnos una zona de confort donde nos reafirmemos una y otra vez en aquello que nos gusta. El algoritmo de cualquier red social detecta tus preferencias; si este ubica que piensas de determinada manera, te guiará hacia allá. Si te gusta el color naranja, cada vez más recibirás más información, publicidad y contactos relacionados con ese tema.

Las redes sociales generan tráfico a través de la polarización de nuestros gustos. Por eso, cuando alguien hace clic en una noticia falsa es probable que reciba más fake news en próximas ocasiones. Es la elección de nuestro entorno digital. Si analizamos a nuestros amigos, descubriremos que la mayoría piensa como nosotros, con lo cual acabamos generando una burbuja de opinión en la que todos pensamos de la misma forma. Ahí es donde las fake news tienen éxito.

Cuando una información falsa entra dentro de una burbuja se produce una convergencia de la opinión y una memoria falsa para el futuro. Nuestro cerebro nos invitar a privilegiar información que no nos ponga en conflicto con nosotros mismos. A nivel social, no buscar voces críticas es delicado, en tanto que habrá sociedades cada vez más polarizadas ideológica o económicamente. Mientras más polarizada esté una sociedad y nosotros como humanos busquemos más zonas de confort, será más difícil tender puentes para la convivencia.

“Es probable que en el futuro recuperemos la información falsa como veraz porque el cerebro es muy malo para almacenar datos y muy traicionero a la recordar, porque lo que en realidad almacena es aquello que nos hace sentirnos felices”.

¿Qué hay sobre los medios de comunicación?

Han sufrido un cambio de paradigma. Han dejado de ser el principal emisor de información. En el pasado, el periodismo actuaba como garante de información porque se suponía respondía a un rigor, a unos filtros, a una contrastación de fuentes y a un código de ética y deontológico. Hoy, los medios están en un circuito informativo novedoso: Internet, un lugar donde no se premia la buena información, sino el tráfico de datos.

Hoy, lo que le interesa al medio tradicional es monetizar su producción de noticias a través del tráfico, aunque muchas veces éste esté compuesto de noticias no verificadas. Hoy, un periódico acaba creando ocho diarios distintos en su página web. Cada vez exigimos a los medios mayor rigor y mayor inmediatez. Y esto es imposible. El periodismo necesita sus tiempos para dar buenos resultados. Si nosotros como sociedad no se los damos, el periodismo puede caer en esa inmediatez por querer ser el primero aunque vaya en contra del rigor mismo del oficio.

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