Ciencia

La inteligencia emocional podría depender de tus genes

Una investigación realizada en conjunto por tres universidades y una startup señala que tu coeficiente emocional está ligado a tu genética.

¿Tus sentimientos y emociones están bajo control? ¿Qué tanto simpatizas con los demás? Tu coeficiente emocional podría depender de tu árbol genealógico, directamente de tus padres y no sólo por la manera en la que te educaron, sino por los genes que te transmitieron antes de que nacieras.

Este fue el resultado de una nueva investigación de la Universidad de Cambridge, el Instituto Pasteur, la Universidad Paris Diderot y la startup de pruebas de genética 23andMe.

Los científicos administraron una prueba llamada Empathy Quotient (Cociente de Empatía) para 46 mil 861 personas, cuyos genes fueron analizados por 23andMe. Encontraron una conexión definitiva entre la genética de una persona y su capacidad de empatizar con los demás.

La empatía es el componente más grande de la inteligencia emocional, pero la empatía por sí misma consiste en dos habilidades separadas:

  • La empatía cognitiva es la capacidad de reconocer las emociones de otra persona.
  • La empatía afectiva es la capacidad y el deseo de responder a las emociones de otra persona con una emoción apropiada.

La prueba del cociente de empatía mide ambos componentes.

Después de recopilar la información del cociente de empatía en los participantes del estudio, los investigadores realizaron un análisis estadístico con 10 millones de variantes genéticas.

Descubrieron que las variaciones genéticas representaban aproximadamente el 10 por ciento de la empatía de una persona o la falta de ella. Sin embargo, aún no han mapeado exactamente qué genes contribuyen a una mayor afectividad.

'No todo es tu culpa'

Piensa en Sheldon Cooper de The Big Bang Theory, quien es famoso por no poder reconocer con precisión las emociones de otras personas, es decir, carece de empatía cognitiva.

Aunque también le falta un poco de empatía afectiva, incluso cuando sabe lo que otras personas sienten, rara vez se le ocurre una respuesta emocionalmente apropiada.

Es fácil suponer que esto se debe a que es fundamentalmente egoísta (como la personalidad que él representa) y que no le importa cómo se sienten los demás. Sin embargo, en repetidas ocasiones se queja de su incapacidad para reconocer las emociones de otras personas y, en un episodio, incluso utiliza una máquina diseñada por el MIT que identifica las emociones utilizando señales biológicas.

Si tienes problemas para reconocer lo que otras personas sienten y luego no sabes cómo responder, quizá no es porque seas egoísta y alguien despreocupado o despreocupada como Sheldon: tu genética puede hacer que te resulte más difícil reconocer y compartir las emociones de otras personas.

Hasta este punto, los científicos descubrieron un vínculo genético que determina el 10 por ciento de la capacidad de empatizar, pero el otro 90 por ciento aún sigue en juego.

Sin importar lo que te haya dado tu genética en torno a esta inteligencia, puedes mejorarla si reconoces su importancia y estás dispuesto a hacer un esfuerzo serio.

Algunos investigadores sostienen que la inteligencia emocional representa el 75 por ciento del éxito de una persona, y eso es probablemente aún más cierto si eres un emprendedor, ya que las relaciones que formas desde el principio pueden hacer o deshacer tu empresa.

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