Ciencia

Este satélite revelará a los emisores de metano, causante del calentamiento global

Una organización lanzará al espacio el satélite que monitoreará a los emisores de este gas de efecto invernadero más poderoso que el dióxido de carbono.

Los ecologistas no sólo están protestando en las calles o haciendo boicots contra las empresas, ahora también están apostando por las misiones al espacio.

El Fondo de Defensa del Medio Ambiente (EDF, por sus siglas en inglés) anunció este miércoles un plan para construir y lanzar un satélite que medirá a las principales fuentes emisores de metano, incluyendo a las 50 regiones que registran el 80 por ciento de la producción de petróleo y gas, así como de vertederos de basura.

La organización aún está trabajando en los detalles finales, aunque pueden pasar tres años antes del lanzamiento, según Mark Brownstein, vicepresidente del programa de clima y energía del Fondo.

Se estima que el proyecto alcanzará las decenas de millones de dólares, lo cual, se financiaría con dinero proveniente de la filantropía.

El satélite de EDF ayudará a redefinir la comprensión global del problema del metano.

Varios satélites de metano ya están en órbita o planeados. Los científicos japoneses lanzaron en 2002 un sensor de metano, que recibió observaciones hasta 2012, cuando falló. La Agencia Espacial Europea y sus socios lanzaron su satélite Tropomi en octubre pasado, y una compañía de Quebec, GHGSat, envió un sensor de dióxido de carbono y metano en junio de 2016.

Sin embargo, El Environmental Defense Fund dice que se espera que su proyecto logre una mayor observación en un área más amplia que los esfuerzos existentes.

La contaminación por metano es responsable de cerca de un cuarto del calentamiento de la Tierra en el último siglo. Molécula por molécula, es un gas de efecto invernadero más poderoso que el dióxido de carbono, y su volumen es la principal causa del cambio climático.

El año pasado, los científicos de la Agencia Internacional de Energía calculó en octubre pasado que tres cuartas partes de las emisiones actuales de metano (76 megatones) se pueden evitar. La Academia Nacional de Ciencias reveló en marzo pasado, en un informe de más de 200 páginas, las muchas formas en las que Estados Unidos puede hacer un mejor trabajo al medir de dónde proviene este gas de efecto invernadero.

El proyecto, llamado MethaneSAT, es desarrollado en conjunto con los científicos de la Universidad de Harvard y el Observatorio Astrofísico Smithsoniano. Tom Ingersoll, un empresario que vendió su compañía satelital Skybox Imaging Inc. a Google en 2014, lidera el desarrollo del satélite.

Ingersoll dijo que se sintió atraído por el proyecto debido a su inusual combinación de factores: una ambiciosa misión científica, financiada por una organización no gubernamental y mucho menos costosa por la dramática reducción de costos en vuelos espaciales comerciales.

El fondo dijo que sus esfuerzos para reducir la emisión de metano comenzaron después de que se dio cuenta, en 2010, que el gas de esquisto estaba listo para transformar el panorama energético estadounidense, y que no se sabía lo suficiente sobre los efectos ambientales del combustible, o incluso cuánto escapaba a la atmósfera.

Se hizo evidente que "el gas natural desempeñaba un papel mucho más importante en el futuro energético de lo que la mayoría de la gente hubiera esperado", dijo Brownstein.

El fondo invirtió al menos 20 millones de dólares desde 2012 por una investigación realizada por más de 140 investigadores de más de 40 instituciones, quienes documentaron que existen fugas en la infraestructura de petróleo y gas de Estados Unidos.

La organización también ha financiado otras investigaciones sobre el metano en el aire y en la tierra con el fin de mejorar las evaluaciones de la contaminación por metano.

El aporte de este fondo y de otras organizaciones ha llevado a Colorado, Wyoming, Ohio y Pensilvania ha establecer reglas para la detección y reparación de fugas de metano en los últimos años; sin embargo, la administración de Donald Trump busca deshacer las regulaciones de metano establecidas durante el gobierno del expresidente Barack Obama.

Jason Bordoff, director fundador del Centro de Políticas Energéticas Globales de la Universidad de Columbia, dijo que la contribución de esta organización para definir mejor las emisiones de metano ha sido "muy valiosa y ha marcado una gran diferencia".

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