Buena Vida

Bares de NY se acaban los popotes de papel

El uso de popotes de papel ha tenido tanto auge en la Gran Manzana, que éstos se han agotado, por lo que han tenido que recurrir a otros materiales.

Antes de que puedas decir "popotes de plástico", otra compañía importante las habrá dejado de usar.

Diversas compañías proveedoras de alimentos y restaurantes en ciudades como Escocia, Taiwán, Hawai y Nueva York están anunciando que dejarán de usar las pajillas que no sean eco-friendly.

Para muchas personas, el inicio del movimiento dio inicio con el video que se hizo viral de una tortuga en cuya nariz se atoró una paja de plástico, el cual hasta el momento ha acumulado más de 25 millones de visitas. Las imágenes desconcertantes de playas contaminadas, así como figuras como los 5 millones de pajitas de plástico que los estadounidenses usan y descartan cada día, se han acumulado en el ojo público.

Es difícil no escuchar los sonidos apocalípticos de que se estima que para 2050 habrá más plástico en los océanos que peces, según un informe de 2016 del Foro Económico Mundial.

Ahora esos popotes de plástico se están desechando de manera tan rápida, que los reemplazos ecológicos se han vuelto difíciles de conseguir, lo cual está afectando a los sitios de moda de Nueva York.

Uno de los negocios más impactados por la falta de pajitas ecológicas ha sido el Polynesian, el cual ofrece tragos como el Exotica Bowl , el cual lleva infusión de ron y es servido en una concha de almeja gigante y que al igual que la mayoría de sus tragos, no puede ser bebido sin una paja, pero ante la falta de los popotes de papel, ha tenido que recurrir a otro tipo de opciones, como los hechos de maíz o bambú.

Otro bar que evita las pajas de plástico es el 18th Room. Su propietario, Dave Oz, ha adquirido pajas de acero inoxidable chapadas en oro; él estima que cuestan hasta dos dólares cada uno. pero él lo ve como una medida rentable; los cientos de popotes que requiere cada noche se pueden reutilizar en gran medida después de lavarlos a fondo. "Ahorran dinero a largo plazo ya que no es necesario reabastecerse con tanta frecuencia", explica.

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