Brasil

Taxistas de Río estafan a pasajeros conforme se acerca el Mundial

El retraso en la instalación de nuevos medidores en la flotilla luego de que las tarifas aumentaran 12 por ciento este año hace que algunos pasajeros y conductores deban determinar la tarifa sobre la base de una tabla. 

Se advierte a los aficionados al futbol que visitarán Río de Janeiro debido al Mundial que comenzará el próximo mes a que estén atentos a los conductores que les cobren de más por un viaje en alguno de los taxis amarillos de la ciudad.

El retraso en la instalación de nuevos medidores en la flotilla luego de que las tarifas aumentaran 12 por ciento este año hace que algunos pasajeros y conductores deban determinar la tarifa sobre la base de una tabla. Algunos conductores que ya tienen instalado el nuevo medidor suman otro 12 por ciento a la tarifa, dijo la organización del defensa del consumidor de Río, Procon Carioca.

"Son ladrones", dijo Silverio Barros, un conductor de taxi de Botafogo, uno de los centros comerciales de la ciudad, al hacer referencia a algunos de sus colegas.


Tanto el sello azul colocado a un lado de los nuevos medidores como la etiqueta amarilla de los modelos anteriores son difíciles de ver. El gobierno de Río estima que habrá hecho el cambio de medidor en todos los taxis para el 6 de junio, seis días antes del inicio el torneo de la Copa Mundial.

Alrededor de la tercera parte de quienes tienen las 500 mil entradas para extranjeros para el Mundial pasará por Río, de acuerdo con el viceministro de Deporte, Luis Fernandes.


Procon ha instado a los pasajeros a presentar toda queja relacionada con tarifas ante la organización.

"Las quejas se elevarán al Departamento de Transporte, que podría multar, anular el medidor y, según la gravedad de la queja, revocar la licencia del conductor", dijo la organización.

El retraso de la ciudad en la actualización de los medidores hace que resulte difícil de explicar a turistas que no hablan portugués por qué las tarifas pueden ser más altas que el monto que se ve, dijo Barros. "La ciudad ha manejado mal el cambio", agregó. "Las tablas son terribles para los conductores de taxi".

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