Brasil

Sufrimiento bajo el sol en el Zócalo capitalino

El sol acompañó a los siete mil capitalinos que llegaron hasta el Zócalo para ver el partido de la selección mexicana; los reclamos al árbitro colombiano también resonaron cuando anuló dos goles. La selección ganó y el festejo siguió en el Ángel.

CIUDAD DE MÉXICO.- Pese a la intensidad del calor, alrededor de 7 mil personas terminaron por concentrarse en la explanada del Zócalo capitalino para presenciar el partido México vs. Camerún, del Mundial Brasil 2014, donde la Selección Mexicana resultó victoriosa con un gol a favor.

Aquí, en el primer cuadro de la ciudad, toda actividad pareció suspendida mientras el juego transcurría: las compras en los comercios, el pago de servicios, la boleada de zapatos, el trabajo en oficinas, e incluso, el ambulantaje.

En todo momento las miradas estuvieron hipnotizadas por la megapantalla, mientras los asistentes tuvieron que atajarse de los intensos rayos del sol mediante suéteres, periódicos, una que otra sombrilla o, a lo lejos, debajo de los arcos del edificio del gobierno del DF.

Aunque el himno nacional pasó inadvertido para los aficionados, cada acercamiento de la selección de Camerún a la portería azteca dio motivo para el popular grito ¡Puuuuutos!

Sin embargo, la explanada cimbró y la euforia se hizo presente en las dos ocasiones en las que fueron anulados los dos goles de la selección mexicana por el silbante colombiano Wilmar Roldán.

"¡Pinche árbitro... abajo escondes la camiseta de los africanos! ¡Estás peor que los 'culeis' de los policías que andan por aquí!", gritaron furiosos comerciantes ambulantes, conocidos como "toreros".

Como por arte de magia, la explanada se vio desalojada en el medio tiempo. Los aficionados se fueron en busca de sombra, líquidos para hidratarse o alimentos. De igual forma volvió la aglomeración al inicio del segundo tiempo.

Fue el gol del nuevo delantero del América, Oribe Peralta, en el minuto 60 del segundo tiempo, el que volvió a encender los ánimos de los aficionados ya bañados en sudor.

Al término del partido, gritos de ¡México! ¡México! prendieron la euforia de algunos para festejar en el Ángel de la Independencia, otros se vieron obligados a regresar a sus labores, pero también hubo quienes comentaron las ganas de quedarse en el zócalo para presenciar el partido España-Holanda.

¡Yo aprovecharé para ver el otro partido, ahora que estoy con vacaciones forzadas, o sea, desempleado!, señaló el contador público Billy Castillo.

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