Brasil

Lahm, un astro eterno

El alemán Philipp Lahm será recordando por todos los tiempos como un grande. Pocos futbolistas han tenido tantos atributos como él. 

Cuando Fabio Cannavaro ganó, merecidamente, el trofeo al mejor futbolista del año, muchos criticaron la decisión con el argumento de que un defensa no podría recibirlo por la sencilla razón de que su trabajo es, justamente, la destrucción del juego bello de los delanteros. Pobre tesis.

Sucede algo parecido con Philipp Lahm. El mundo fácil se deja llevar por el gol como única base sólida para definir quién es el mejor del planeta.

Si la discusión fuera enteramente futbolística, Lahm debería estar considerado en la lista de los grandes del presente y quizá de todos los tiempos. Es tan discreto que la naturalidad no se le nota. No hay en este momento un futbolista con tantos atributos como los de él. Marca, defiende, crea. Tampoco hay función que le sea ajena: lateral, central, volante, contención. Va siendo hora de que las categorías miren hacia todos los espacios del terreno.

De Lahm se hablará durante muchos años. No quedará más remedio que decir: sí, jóvenes, Lahm fue cierto.

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