Brasil

La tragedia que marcó el inicio de una leyenda del futbol inglés

En la temporada de 1989 de la Liga Premier, fue manchada por la muerte de 96 aficionados en uno de sus estadios, esto marcó la vida y el éxito de uno de los jugadores más importantes que ha dado Inglaterra al mundo: Steven Gerrard.

La temporada de 1989 en la Liga Premier inglesa, manchada por la muerte de 96 aficionados en uno de sus estadios, marcó la vida y el éxito de uno de los jugadores más importantes que ha dado Inglaterra al mundo: Steven Gerrard.

Actualmente, el mediocampista de 34 años y capitán de la Selección de su país que compite en la Copa del Mundo Brasil 2014, es uno de los más respetados y reconocidos futbolistas en el mundo, pero al verlo en el campo es difícil imaginar cuál ha sido la motivación de su entrega deportiva.

Sólo tenía nueve años cuando las gradas del estadio Hillsborough, en Sheffield, se abarrotaron por la sobre venta de boletos para la semifinal de la Liga Premier entre Nottingham y Liverpool. En la euforia del partido, una avalancha de aficionados provocó que 96 de ellos, todos seguidores de este último equipo, fallecieran aplastados contra la valla de metal.

Entre ellos estaba un chico apenas un año mayor que Gerrard, su primo y mejor amigo Jon-Paul Gilhooley. "Es muy difícil recibir una noticia así. De repente te dicen que uno de tus primos, tu mejor amigo, había perdido la vida. No he podido olvidar ese sentimiento", describía Gerrard en una entrevista que ofreció a una televisora inglesa antes de viajar a Brasil.

Pero como lo ha señalado en diversas ocasiones, ese suceso fue el detonante para convertirse en quien es hoy. "Ver la reacción de su familia, de mi familia, me guió a convertirme en el jugador que soy ahora", explicaba.

El golpe anímico y la actitud de la gente ante la tragedia, hicieron que Gerrard se propusiera ser el mejor en honor de su propia familia y de su primo, con quien compartía el sueño de convertirse en futbolista profesional, según relata en su autobiografía, publicada en 2006 y que ganó el British Book Award como libro deportivo del año.

Desde el incidente, Hillsborough y Liverpool se unen en un memorial que se realiza rigurosamente cada año, donde el equipo guarda un minuto de silencio en su sede y las campanas de su catedral se unen con 96 repiques a las de la iglesia de Sheffield, que recuerda el dramático suceso lanzando al aire 96 globos rojos.

Gerrard fue testigo de esta ceremonia desde las gradas por varios años, mientras se formaba como futbolista y buscaba cupo en varios equipos de la Liga Premier, porque le daba temor probarse con el conjunto de su ciudad natal, donde el recuerdo de Jon-Paul lo seguía de forma constante.

Sin embargo, su talento era superior y los observadores del Liverpool dieron pronto con él para ofrecerle su primer contrato, el cual firmó el 5 de noviembre de 1997, con sólo 17 años de edad. Desde entonces ha sido protagonista del memorial desde una posición privilegiada. "Siempre pensé que sería una gran presión jugar para Liverpool, pero estando ahí me di cuenta que todo pasa por algo y Jon-Paul debía estar orgulloso de verme destacar en el club que amaba", relata en su autobiografía.

Y vaya que lo consiguió. Ha sido elemento vital en la coronación de su equipo en dos ocasiones en la Liga Premier, así como en los títulos de la Copa UEFA en 2001, la Supercopa de Europa en 2001 y 2005, así como la UEFA Champions League de 2005.

Ha metido 203 goles con Liverpool y 20 con la selección inglesa, de los cuales dos fueron en la Copa del Mundo Alemania 2006, cuando Inglaterra llegó a cuartos de final, y uno más en Sudáfrica 2010, donde el seleccionado se quedó en octavos de final.

Poseedor de un contrato que lo vincula al Liverpool hasta que decida retirarse y aún después con la opción de ocupar un puesto administrativo, lo seguro es que el de Brasil sea su última Copa del Mundo, pero aún hay mucho Gerrard para los aficionados y para honor de Jon-Paul.

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