Brasil

La altanería tica se impone ante Italia

Contra todos los pronósticos, Costa Rica se convierte en el primer clasificado del grupo D al vencer 1-0 a Italia. Los ticos son un emblema de la persistencia. 

Los asombros hacen encantador el Mundial. Nada está escrito cuando rueda la pelotita. El homenaje bíblico puede llevarse a cabo en cada encuentro. Cuando se cumple lo que nadie esperaba, el juego se reinventa y adquiere un sabor maravilloso. Costa Rica (que no sorprende porque hace rato que juega lindo al futbol) se clasifica a la segunda ronda con la más reciente reinvención del futbol. Califica, elimina a Inglaterra y pone a pelear a italianos y uruguayos en el tercer juego por el pase a octavos. Pocos lo hubieran imaginado.

El rival más débil de un grupo de gigantes se hace del pase antes que aquellos. Los ticos son los únicos no campeones del mundo de esa agrupación y están en la otra frontera antes que el resto. Carcajada del destino.


Altanera desde el primer minuto de este torneo, Costa Rica desmiente el lugar común: la Concacaf es la peor zona del balompié.

La altanería tica tiene un sustento: respeta mucho al rival, se lo toma tan en serio que juega a tú con él y de él encuentra defectos, casi al vuelo. Hay un gran trabajo técnico en el banquillo rojo. Ni duda. Hoy ha sido el desgaste. Los ticos jugaron con el clima a favor y lanzaron velas. Ante una Italia tacaña, muy a su estilo en las primeras fases, los ticos se tomaron en serio el debate y lo ganaron con retórica casi simple. Pase, recepción, pase. El túnel que se abre a los ticos los puede llevar muy adentro del mar en este Mundial. Eso, también, depende del voluble azar, por ahora despachan como gerentes de una oficina de tiburones.

Lo de Italia era extraño. Las victorias no le van en esta estación del certamen. Suele pasar las primeras rondas con más avaricia que con desplantes grandilocuentes. Venció a Inglaterra en el debut. Apenas. Pero lo suyo es el empate y el 0-0. Cuando fue campeona en 1982, pasó el primer acto con tres empates. Para ella, el Mundial comienza en los juegos de matar o morir. Ahora adelantó el calendario porque el juego ante la celeste será eso: una eliminatoria, el empate le sirve por diferencia de goles, pero apostar por la igualada le puede costar la vida en el ocaso del partido.

La altanería tica no tiene objeción. Ha sido una mañana inolvidable para un equipo enorme que del Antiguo Testamento hace una libreta técnica. Pundonorosa Costa Rica, emblema de la persistencia.

1

1

1

1

1

También lee: