A pesar de que todos sus primos eran jugadores de rugby, Tim Cahill decidió inclinarse por el futbol. En gran medida, gracias a su madre, Sisifo. No dejaba que su hijo se acercara a las canchas del deporte de las tacleadas porque lo consideraba muy peligroso. Su padre, Tim, era, por lo demás, un gran aficionado al futbol.
A los 14 años, el joven Cahill fue seleccionado por el equipo samoano. Atendió al llamado junto con su hermano Chris. Años después confesó que aceptó la convocatoria para conseguir un viaje todo pagado y visitar a su abuela enferma. Cuando las reglas de representación de la FIFA cambiaron en 2003, Cahill prefirió ponerse la playera australiana.
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