Brasil

Desde la banca

Un balón rodando en el límite del área grande, para fusilar, devino en un furioso contragolpe europeo. Cuatro toques precisos y los suizos no perdonaron a Ecuador.

La precisión suiza le ganó la partida a la irresponsabilidad latina. Un duelo parejo, de ida y vuelta, se resolvió por la duda del ecuatoriano Michael Arroyo. Un balón rodando en el límite del área grande, para fusilar, devino en un furioso contragolpe europeo. Cuatro toques precisos y los rojos no perdonaron.

Con su "base mexicana" (Enner Valencia, Joao Rojas, Jefferson Montero), los sudamericanos perdieron el punto que tenían en la bolsa. La historia suena tan familiar que espanta.

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