Brasil

Desde la banca

Ser anfitrión es un arma de doble filo, más ahora cuando Brasil llega con dos bajas muy sensibles y, peor aún, se enfrenta al equipo que ha mostrado el mejor juego de conjunto, Alemania.

La presión en el partido de hoy recae en el equipo brasileño más que en el alemán, a pesar de que este último ha sido eliminado en semifinales en los últimos cuatro Mundiales.

Ser anfitrión es un arma de doble filo, más ahora cuando Brasil llega con dos bajas muy sensibles y, peor aún, se enfrenta al equipo que ha mostrado el mejor juego de conjunto, Alemania.

La capacidad que tenga Scolari para lidiar con todo el entorno será fundamental para que la verdeamarela llegue a la soñada final en el Maracaná.

También lee: