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Wall Street no quiere que compartas sus reportes

Bank of America se sumó a sus rivales Morgan Stanley y Citigroup al incorporar los informes de los analistas a páginas en la Web de manera que puedan restringir el acceso para evitar que los archivos en PDF sean compartidos y así establecer el valor de los analistas.

Es probable que los bancos de Wall Street hayan encontrado la forma de establecer el valor de los analistas y extraer más dinero de su investigación: dificultar que ésta sea compartida.

Bank of America Corp. comenzó a incorporar los informes de los analistas a páginas en la Web para poder restringir mejor el acceso que con los archivos PDF que son ampliamente compartidos con personas que no son suscriptores, dijo Candace Browning, responsable de investigación de la empresa. S

e suma así a sus rivales Morgan Stanley y Citigroup Inc. en la limitación del acceso, y otros tienen pensado seguirlos. El enfoque también facilita monitorear a los lectores y personalizar productos para tipos específicos de clientes, según ejecutivos y consultores bancarios.

La gestión de venta ha tenido durante años un modelo por el que propaga todo lo que produce... Este es un paso absolutamente necesario porque deben entender lo que sus clientes están consumiendo",dijo Michael Mayhew, fundador de Integrity Research Associates LLC


El principal objetivo es restablecer la rentabilidad para la investigación de Wall Street luego de un montón de nuevas regulaciones en los últimos 15 años, incluidas las normas generadas por las acusaciones de que los analistas publicitaban acciones presionados por banqueros de inversión. Pero también puede aportar datos clave en un debate que surge en cada temporada de bonificaciones y descarte de empleos: ¿Hasta qué punto es importante la investigación de un analista para obtener negocios y otros acuerdos?

ELIMINAR A LOS ANALISTAS


El primer gran golpe para la investigación moderna en materia de acciones se produjo en una norma del año 2000 que exigió a las empresas revelar información material a todos los inversores a la vez, dificultando a los analistas dar primicias que movieran los mercados.

Posteriormente, un escándalo llevó en 2003 a aislar a los analistas de los banqueros de inversión, que a veces los presionaban para que publicitaran acciones de los clientes.

Un tercer obstáculo está surgiendo ahora, en tanto los reguladores de Europa analizan la posibilidad de poner fin al modelo basado en comisiones, la norma del sector que compensa a los bancos por la investigación con una porción de los ingresos de las operaciones de una firma de inversión.

Estos sucesos han llevado a muchas empresas a eliminar a los analistas. También es frustrante para los ejecutivos el hecho de que mucha investigación termine en alguna forma de plataforma de Internet como Twitter pocos minutos después de ser publicada.

Los gerentes de cartera redujeron un 26 por ciento el monto que gastan en comisiones después de la crisis financiera de 2008 hasta 22 mil 700 millones de dólares el año pasado, según Greenwich Associates, una consultora con sede en Stamford, Connecticut. Entre 55 por ciento y 60 por ciento de esas comisiones van normalmente cada año a investigación.

Bloomberg LP, la sociedad matriz de Bloomberg News, también ofrece productos de investigación a través de su división Bloomberg Intelligence.

VIEJOS HÁBITOS

Los inversores consumen casi dos tercios de la investigación por correo electrónico, según un ejecutivo de banco que estudia los patrones de lectura y que pidió no ser identificado hablando de datos privados. La mayoría la recibe de plataformas como las manejadas por Bloomberg o Thomson Reuters Corp. que proveen acceso a informes de múltiples corredores. Los sitios Web de los bancos representan menos de 10 por ciento del consumo.

Bank of America monitorea los hábitos de los clientes desde hace años a través de correos electrónicos y un sitio Web donde éstos pueden ver y descargar informes. Pero no sabe qué ocurre después de que los guardan. Con el nuevo sistema, los clientes deben acceder a un sitio para ver material que permanece allí, como si examinaran un diario favorito detrás de un muro de pago, según Daire Browne, director de operaciones de Bank of America para investigación global. Las páginas son más dinámicas que un PDF y tendrán más seguridad, lo cual dificultará volver a hacerlas circular, dijo.

Los bancos también están combatiendo la resistencia interna. Durante años, los analistas y el personal de ventas facilitaron al máximo a los clientes la recepción de informes, según Mayhew.

Hasta que las empresas puedan persuadir a sus empleados de que cambien de conducta, o prohíban los adjuntos en PDF, será difícil impedir que éstos sean compartidos, agregó Mayhew.

El siguiente paso, que todavía debe realizar la mayoría de los bancos, es personalizar las ofertas a clientes específicos. Citigroup, Morgan Stanley y otros integran un grupo que ha inventado un lenguaje de codificación pensado para que resulte más fácil buscar los informes. Los bancos también pueden personalizar los informes, por ejemplo, para operadores macro o para compradores de acciones sumando o restando componentes que consideren más valiosos como gráficos o modelos, según un ejecutivo del banco.

"Lo cierto es que hay mucho material producido por Wall Street que probablemente nadie pagaría", dijo Neil Scarth, director de Frost Consulting en Londres. "Esto debería, teóricamente, obligar a todos los productores de investigación a especializarse en áreas que realmente cuenten con una ventaja competitiva".

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