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¡Mayday, mayday! Un dron se acerca...

Ante el aumento de los reportes de avistamientos de drones en espacios aéreos restringidos en EU por parte de la FAA, la Asociación de Pilotos de Aerolíneas advirtió que las aeronaves no tripuladas pueden convertirse en una amenaza para los aviones comerciales.

Usted está aterrizando en el Aeropuerto LaGuardia de Nueva York con el método "autopista", al que llaman así porque se llega lo suficientemente bajo para hacer vibrar la Grand Central Parkway y el estadio Citi Field de los Mets antes de dejarse caer rápidamente sobre una pista encaramada en medio de una bahía.

Se trata de uno de los aterrizajes más inquietantes de los Estados Unidos. Entonces ¿qué pasaría si de repente apareciera un dron en la ruta de vuelo?

La amenaza de los pilotos enceguecidos por láseres poderosos, surgida estos últimos años, pronto podría ser reemplazada por esta perspectiva posiblemente más temible: drones que entran al espacio aéreo restringido que rodea los aeropuertos. Todos los meses, pilotos y controladores de tráfico aéreo informan más de 100 "avistamientos" de drones a la Administración Federal de la Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), que comenzó a compilar y publicar informes periódicos sobre estos encuentros.


La FAA dice que tales informes vienen creciendo exponencialmente desde 2014. El año pasado, hubo más de mil 200 incidentes en todo el país.

En el último período informado, de agosto de 2015 a enero, el área metropolitana de Nueva York encabezó con 43 la lista nacional de avistamientos de drones por pilotos de aerolíneas. El área de Los Ángeles fue la segunda, con 25, según un análisis de datos de la FAA publicado el 25 de marzo. El área de Dallas quedó tercera con 18.

Los pilotos consideran que los drones son un riesgo de seguridad que no se debe subestimar. "No estamos bromeando cuando decimos que tienen que ser atenuados como amenaza", dijo Tim Canoll, presidente de la Asociación de Pilotos de Aerolíneas (ALPA, por sus siglas en inglés) y aficionado a los drones. "La imaginación se puede volver loca con los problemas de golpear objetos metálicos duros a 320 km/h".

INCIDENTES

Uno de los incidentes más recientes ocurrió el 18 de marzo, cuando un vuelo de Lufthansa que se acercaba al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles proveniente de Frankfurt informó que un dron estaba volando unos 60 metros por encima del Airbus A380. Se enviaron helicópteros de la policía y del departamento del sheriff para buscar el dron, informó Los Angeles Times.

Las normas actuales de la FAA prohíben a los operadores de drones volar en un radio de ocho kilómetros de un aeropuerto y arriba de 120 metros. Cerca del 92 por ciento de los avistamientos más recientes de pilotos ocurrieron arriba de los 120 metros; el 60 por ciento estaba a menos de ocho kilómetros. Así que por lo visto hay mucha gente que no está escuchando.

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Hasta ahora no se conoce qué sucedería si un dron chocase contra un avión Boeing 737 o fuese chupado por un motor.


DAÑOS DESCONOCIDOS

Uno de los problemas fundamentales para evaluar el riesgo general es la falta de información sobre lo que realmente sucedería si un pequeño vehículo aéreo no tripulado chocase contra un avión Boeing 737 o Airbus A321 o fuese chupado por un motor.

Los investigadores del Laboratorio de Resistencia al Impacto de las Estructuras y los Híbridos Aeroespaciales (CRASH, por sus siglas en inglés) de Virginia Tech, realizaron ese tipo de simulaciones.

En un escenario, los ingenieros metieron un rotor de cuadricóptero de 3.62 kg en un ventilador de motor de 2.74 metros de diámetro de los que típicamente se encuentran en modelos de aviones de larga distancia como el Boeing 777 y el Airbus A380.

Los estragos fueron rápidos –a una velocidad de mil 150 kilómetros por hora, en menos de un segundo– y catastróficos: la destrucción del dron arrasó con las paletas del ventilador y causó una falla en el motor.

El estudio busca determinar si cualquier ingestión de un dron crea un escenario donde el daño no se limite a la estructura del motor. Es una distinción fundamental porque las paletas de turbinas fuera de control entrañan riesgos para otras partes del avión cuando salen eyectadas.

Claro, también está el problema del uso comercial de los drones, del tipo que emplean las empresas para fotografiar inmuebles y bodas, publicidades, rodaje de películas, inspecciones de servicios públicos y muchas otras cosas. Hasta ahora, la FAA otorgó más de 4 mil excepciones para que empresas comerciales operen drones en su trabajo. Muchos organismos policiales también los usan. Cualquiera de ellos puede desviarse por error o por una falla técnica.

"Cuando pensamos en este problema no deberíamos encasillar sus casos problemáticos como drones de aficionados que se rompieron", dice Dan Gettinger, codirector del Centro de Estudio del Dron de Bard College.

Difícilmente será un consuelo para quienes tienen miedo a volar y ahora deben agregar a los drones a su lista de temores.

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