Bloomberg

Ucranianos huyen de la guerra a la 'dictadura' de al lado

Funcionarios de Bielorrusia, un país que es considerado como uno de los más represores de Europa, dicen que más de 3 mil ucranianos han llegado a su territorio desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, anexara Crimea en marzo.

Uno se da cuenta de que la situación en Ucrania es mala cuando hasta la gente que se gana la vida en trabajos con riesgo de envenenamiento por radiación decide que seguir viviendo en el país es demasiado deprimente.

Durante la mayor parte de su vida adulta, Andrey y Marina Komelkov trabajaban con agrado en la Zona de Exclusión de Chernobyl porque cobraban un muy buen sueldo por su trabajo en el sitio de limpieza nuclear.

Pero luego comenzó la guerra con los separatistas favorables a Rusia cientos de kilómetros al este, y se convencieron de que el ciclo de crisis políticas y económicas signadas por la corrupción nunca terminaría en su país.

Así, decididos a brindar a su hija una vida mejor, el mes pasado se subieron a su deteriorada minivan rusa y se trasladaron a la "dictadura" al otro lado de la frontera: Bielorrusia, como la llamó Andrey, de 39 años.

Si la pareja se siente cómoda en la casa del pueblo en que vive ahora es porque, al igual que su anterior departamento en Ucrania, se construyó apenas pasado el límite de la zona de radiación de Chernobyl a los efectos de reubicar a los habitantes de la región luego de la fusión del reactor de 1986.

"Nos gusta mucho la estabilidad de Bielorrusia", dijo Andrey en una entrevista en Masty, 130 kilómetros al sur de la capital, Minsk, y 300 kilómetros al norte de Kiev, la capital ucraniana.

"Algunos dicen que el presidente (Aleksandr) Lukashenko es un dictador, ¿pero cómo podría manejar a la gente si no lo fuera?", opinó Andrey, quien nació en Rusia y responsabiliza a los manifestantes opositores al gobierno de Kiev de la última ola de caos.

Lukashenko, quien lleva más de 20 años en el poder y al que critican Estados Unidos y la Unión Europea, se posiciona como negociador de paz para contribuir a poner fin a la peor crisis en décadas entre Rusia y sus ex enemigos de la Guerra Fría. Ha auspiciado conversaciones entre las partes en conflicto en Ucrania dos veces este mes, y la que tuvo lugar en Minsk el 5 de septiembre se tradujo en un cese del fuego.

Funcionarios de Bielorrusia, un país que tiene 9.5 millones de habitantes, dicen que más de 3 mil ucranianos han llegado al país desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, anexara Crimea en marzo y Lukashenko, de 60 años, dijera que sus brazos "fraternales" estaban abiertos a los demás eslavos que quisieran escapar de la guerra.

El conflicto ya ha dejado un saldo de más de 3 mil 500 muertos y ha desplazado, según la ONU, a por lo menos 615 mil personas, unas 340 mil de las cuales han huido del país, en su mayor parte a la vecina Rusia.

"El mundo eslavo está en llamas", dijo Lukashenko por la televisión estatal rusa luego de firmarse la tregua.

GRANDES DIFERENCIAS

Andrey, quien se desempeñaba como ingeniero en telecomunicaciones en Chernobyl, ahora trabaja como electricista en una compañía agrícola local.

En Bielorrusia, Andrey podría convertirse en millonario, aunque eso no lo hará rico en realidad. El sueldo promedio mensual en el ramo en el que trabaja es de 5.3 millones de rublos bielorrusos (unos 500 dólares), según datos oficiales.

En Chernobyl, ganaba unos 10 mil grivnas ucranianos al mes, equivalentes a unos mil 200 dólares hasta febrero, cuando las protestas en Kiev comenzaron a volverse más violentas, lo que llevó a la deposición del presidente prorruso Viktor Yanukovych. Ahora, esa cifra representa unos 750 dólares.

Las diferencias entre las dos ex repúblicas soviéticas es amplia, aun cuando comparten lazos étnicos y comerciales que se remontan a siglos atrás. 

Mientras Bielorrusia decidió permanecer en la órbita rusa, el nuevo gobierno de Ucrania busca incorporarse a la Unión Europea.

Ucrania, con una población de 43 millones de habitantes, es después de Rusia el principal socio comercial de Bielorrusia, con un intercambio de 6 mil millones de dólares en 2013. Las dos naciones comparten una frontera de mil 100 kilómetros.

Desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, Bielorrusia, aunque económica y políticamente estable, ha emergido como una de las naciones más represoras en el mundo, de acuerdo con Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que Ucrania, con más libertad, se ha convertido en uno de los países más corruptos de Europa, según Transparencia Internacional.

También lee: