Mientras Europa se prepara para conmemorar el centenario de las batallas de la Primera Guerra Mundial, la industria de juegos digitales atrae a millones de nuevos jugadores con títulos que presentan escenas del conflicto que estallaría una generación después.
En la convención Gamescom que se celebra esta semana en Colonia, Alemania, el gran tema es la Segunda Guerra Mundial. Si bien aún hay muchos juegos relacionados con extraterrestres, delincuentes urbanos y fontaneros gordos, los colores dominantes en el evento anual son el camuflaje de la década de 1940, el rojo nazi y el estridente anaranjado de las explosiones.
En los alrededores de la sala de convenciones donde se desarrolla el evento, los visitantes llevan bolsos llenos de artículos como camisetas con motivos de tanques y placas de identificación de soldados.
"Me encanta poder jugar con elementos relacionados con la realidad de la Segunda Guerra Mundial", dijo David Floehl, un programador de 40 años de Colonia. Para demostrarlo, golpeó el blindaje de un tanque soviético original que presentó la firma fabricante de juegos Gaijin Entertainment de Moscú, que planea lanzar este otoño su juego War Thunder, basado en la Segunda Guerra Mundial.
En el stand cercano de la gran rival de Gaijin, Wargaming.net, de Bielorrusia, jóvenes vestidas con uniformes ajustados de enfermeras, marineros y soldados de la Segunda Guerra Mundial promocionan sus títulos: World of Tanks, World of Warplanes y, pronto, World of Warships.
La japonesa Bandai Namco lanzó este año "Enemy Front", en el que un periodista estadounidense sabotea el Tercer Reich detrás de las líneas. Bethesda Softworks LLC tiene "Wolfenstein: The New Order" que presenta a combatientes de la Resistencia que desafían a los nazis victoriosos, mientras que "Sniper Elite 3", de 505 Games, recrea la historia de un gran tirador que trata de detener el arma secreta de Hitler en el norte de África.
JUGADORES SOVIÉTICOS
Para el año próximo está previsto el lanzamiento de "Furious 4", de Ubisoft SA, que presenta una historia de humor negro que recuerda la película "Bastardos sin gloria", de Quentin Tarantino.
Encabezan el fenómeno de la Segunda Guerra Mundial Rusia y las ex repúblicas soviéticas, donde el 3 por ciento de la población utiliza ese tipo de juegos de forma habitual, según Wargaming.
El legado de la Segunda Guerra Mundial instiló un sentimiento de orgulloso sacrificio en muchos programadores y jugadores nacidos en la década de 1980, en plena Guerra Fría, dijo Igor Matsanyuk, el fundador de IMI, una firma de capital de riesgo que invierte en juegos pero que no ha invertido en Gaijin ni en Wargaming.
Los jugadores de la ex Unión Soviética "tienen la experiencia cultural de la victoria en la guerra, donde sus tanques se impusieron", dijo Matsanyuk. "Los escenarios de la Segunda Guerra Mundial son menos relevantes para los estadounidenses y los europeos occidentales, que no tienen esa cultura".