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Sommelier canábico: hierba que acompaña al vino sobre la mesa

Philip Wolf, uno de los primeros sommeliers de cannabis acreditados en Estados Unidos, fundó Cultivating Spirits, empresa que acompaña platos y vinos con la variedad perfecta de cannabis.

A su izquierda, un tenedor y una copa de vino. A su derecha, una pipa para su mariguana.

Puede quedarse con la pipa, más un encendedor y un cenicero, después de disfrutar una comida servida por Cultivating Spirits, empresa que acompaña platos y vinos con -según prometen- la variedad perfecta de cannabis.

"Agregamos una tercera parte a su experiencia con la comida", dijo Philip Wolf, fundador de 31 años que inició la compañía en Silverthorne, Colorado, a principios del 2014. Wolf tiene dos empleados a tiempo completo y, tras dos años desde su puesta en marcha, recibió hace poco un compromiso verbal para recibir una inversión de 400 mil dólares.


Wolf es uno de los primeros sommeliers de cannabis acreditados en Estados Unidos, tras completar dos niveles de aprendizaje en el Trichome Institute en Denver, una de las pocas escuelas especializadas, ampliamente superadas por los diversos programas de certificación para catadores de vino.

El sector de la mariguana legal está en pañales, su uso recreativo está permitido en Colorado, Alaska, Oregon y Washington D.C., e irá a las urnas de votación en ocho estados este año.

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Trichome denomina su programa Interpening, que se refiere a "un método utilizado para identificar y comprender las variedades de cannabis, con base en la interpretación de los terpenos y la estructura floral de la planta. Desde el punto de vista científico, los terpenos son cadenas de hidrocarburos moleculares cuya evaporación produce una esencia". Wolf dice que "descompone las variedades de cannabis para entregarlas al chef". "No preparamos el menú hasta dos días antes del evento, con el fin de utilizar los ingredientes más frescos".

Un menú típico incluye un filete de lomo con chili relleno, un Malbec del 2013 y la cepa híbrida Gorilla Glue. Para el postre, créme brûlée de chocolate blanco con un Petite Syrah del 2012 y la variedad sativa dominante Blue Dream.

El protocolo consiste en fumar, comer y beber, en ese orden, aunque esto es más bien una sugerencia sensata que una norma, y es difícil imaginar a alguien enfadado si se rompe esa regla, especialmente cuando se espera la comida. Wolf no pretende que la hierba reemplace al vino en la mesa.

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"En todo caso, si hubiera que sacar algo, sería el licor de alta graduación", pues la lenta y deliberada experiencia de la degustación del vino y la mariguana ofrece un mejor emparejamiento que el de la comida y los cocteles, dijo.

Cultivating Spirits apunta a despedidas de soltero y solteras y fiestas de cumpleaños, también al sector de bodas. En enero, Wolf ayudó a organizar la Cannabis Wedding Expo, donde presentó sus servicios de comida con algunas muestras fumables y lugares donde se permite su consumo. Un paquete de servicio matrimonial completo de la empresa de Wolf cuesta aproximadamente 10 mil dólares, con servicios adicionales a la carta como "la barra de distribución" y una degustación prenupcial de cannabis.

Muchos clientes de Wolf son millennials que se obsequian el servicio para un evento especial, dijo, al igual que mujeres pudientes que organizan una cena alternativa.

"Intento enseñar a los millennials a ir un poco más lento, a entrar en sintonía consigo mismos y con lo que están introduciendo en sus cuerpos, para enfocarse en distintos sabores y texturas", dijo Wolf. Agregó que no apunta a ese grupo demográfico exclusivamente.

"Siento que el cannabis es algo para todos los estilos de vida", dijo.

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