Bloomberg

¿Por qué los techos de los autobuses londinenses son blancos?

Londres cuenta con uno de los planes de adaptación climática más avanzados del mundo, un ejemplo de ello es el programa para instalar paneles blancos encima de los icónicos autobuses rojos para reflejar los rayos del sol de verano y mantener los vehículos más frescos.

Cuando la firma de arquitectos de Norman Foster diseñó nuevas oficinas para PricewaterhouseCoopers junto al río Támesis de Londres pidió un monto extra de 1.2 millones de libras (1.9 millones de dólares) para acciones contra el cambio climático.

Eso no fue suficiente. Cuatro años después de mudarse, PwC está pagando 100 mil libras por nuevas barreras de protección debajo del nivel del suelo contra eventuales inundaciones.

"Hay un gran riesgo", dijo Jon Barnes, director de construcción y servicios técnicos en PwC en Londres. Las puertas contra inundación, que se instalarán en las próximas semanas, son para "áreas críticas, de modo que si tenemos una inundación, no se destruyan nuestros transformadores".

Las conversaciones globales sobre el cambio climático en Lima, Perú, probablemente no avancen mucho en la lucha contra el aumento de las temperaturas, mientras que la mayoría republicana entrante en el Congreso de Estados Unidos amenaza con obstaculizar las acciones en la materia.

Mientras, al menos 167 ciudades y regiones de todo el mundo -desde Copenhague a Ciudad del Cabo y de Boston a Melbourne- desarrollan estrategias para afrontar el cambio climático, de acuerdo con ICLEI-Gobiernos Locales por la Sustentabilidad, una asociación con sede en Bonn que reúne a más de mil ciudades y pueblos.

Cada puerta de metal que coloca PwC es un paso de los muchos que están dando gobiernos y empresas locales para contrarrestar los efectos previstos por el calentamiento global: más calor, lluvias más intensas y mayor nivel del mar.

Londres tiene "uno de los planes de adaptación climática más avanzados del mundo", dijo Kerry Constabile, quien lidera el trabajo en ciudades y regiones para el equipo sobre cambio climático del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

Kevin Reid, director del programa de drenaje de Londres, señala que está trabajando con distritos, escuelas y hospitales para que sean conscientes de los riesgos y de las medidas preventivas, incluso las más simples como poner los generadores de electricidad de los sótanos sobre plataformas, elevar los umbrales de las puertas y abastecerse de sacos de arena.

Johnson trabaja con organismos e instituciones locales, junto con las empresas de la ciudad, que contribuyen a más de una quinta parte de la economía del Reino Unido.

PASOS EN TRANSPORTE

En Transporte para Londres (TfL) la responsabilidad climática está integrada a su día a día, de acuerdo con Helen Woolston, coordinadora de sustentabilidad de la dependencia, que gestiona el metro, los autobuses y las carreteras.

Un ejemplo: el programa para instalar paneles blancos encima de los icónicos autobuses rojos de la capital para reflejar los rayos del sol de verano y mantener los vehículos más frescos. Después de 10 años, el 98.5 por ciento de la flota de 8 mil 700 unidades tiene techos blancos.

Ante un escenario que anticipa cada vez mayores sequías, la agencia ha comenzado a instalar tanques para recolectar la lluvia en sus edificios y los trenes son lavados bajo restricciones de agua, dijo Woolston.

TfL también está estudiando la manera de evitar que la lluvia torrencial complique el tráfico en la ciudad. A partir de marzo comenzará a probar diferentes superficies para carreteras, incluidos materiales porosos que pueden contener un 26 por ciento de su volumen en agua, como esponjas.

TANQUES DE ALMACENAMIENTO

El aumento de las lluvias también es una preocupación para Thames Water, que proporciona agua potable y gestiona el líquido residual. La dependencia está trabajando con el Consejo de Southwark, en el sur de Londres, en un proyecto de 4 millones de libras para evitar que el agua desborde las alcantarillas e inunde los sótanos.

Bajo el Parque Dulwich se están instalando tanques de almacenamiento para recolectar el agua durante lluvias torrenciales y liberarla gradualmente; La instalación está programada para concluir el próximo mes, según Kyle Robins, un administrador de la infraestructura del proyecto.

"El pico de una tormenta dura menos de tres horas", dijo Robins. "Si podemos hacer que el líquido drene en 24 horas, se reduce el riesgo de inundaciones debido a que aunque a la red del alcantarillado llega el mismo volumen de agua, lo hace a un ritmo mucho más lento".

Las plantas también pueden ayudar a absorber las lluvias y a moderar las temperaturas. Con un programa de 2 millones de libras llamado "parques de bolsillo", el alcalde Boris Johnson está tratando de movilizar a las autoridades locales y voluntarios para crear 100 espacios verdes en terrenos abandonados; también promueve los "muros verdes" y tiene la meta de incrementar en 5 por ciento el área con árboles de la ciudad para 2025.

"Plantar árboles tiene múltiples beneficios", dijo el asesor de medio ambiente de Johnson, Matthew Pencharz. "Los árboles ayudan a enfriar la ciudad, reducen el efecto invernadero, mejoran la calidad del aire y atenúan las inundaciones".

MEGABARRERA

Pero además, Londres tiene una defensa principal contra las inundaciones: la barrera del Támesis, que se extiende por 520 metros a lo largo del río y cuenta con 10 compuertas de acero que pueden elevarse para contener la marea. Terminada en 1982, fue diseñada para soportar una inundación de esas que ocurren cada mil años.

"En diciembre pasado, tuvimos el mayor aumento desde las inundaciones de 1953", dijo Pencharz en una entrevista en una cafetería bajo el Ayuntamiento, justo debajo del edificio PwC. "Estoy seguro de que habría llegado hasta aquí".

Con los niveles del mar en aumento, la Agencia de Medio Ambiente de Inglaterra tiene un plan de 100 años para mantener la barrera y otras defensas. Tomando como base que el nivel del mar aumentará 90 centímetros durante este siglo, la protección actualmente planeada alcanzará hasta 2070, pero el programa incluye decidir sobre nuevas defensas alrededor del 2050. Este plan, que cuenta con un presupuesto de 1.5 mil millones de libras para su fase inicial de 25 años, puede ser alterado si el agua sube más rápido.

"El cambio climático está en el corazón de absolutamente todo lo que hacemos", dijo Simon Hughes, subdirector para Londres de la Agencia de Medio Ambiente. "Monitoreamos de forma continua los indicadores clave del cambio climático para asegurarnos de que no estamos caminando dormidos hacia algún peligro".

También lee: