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¿Por qué los políticos de EU quieren venir a México?

Medio Oriente siempre ha sido una escala necesaria para los candidatos presidenciales en materia de política exterior. Ahora, América Latina se está convirtiendo en el destino ineludible para los republicanos con los ojos puestos en 2016.

Oriente Medio siempre ha sido una escala necesaria para los candidatos presidenciales deseosos de demostrar sus habilidades en materia de política exterior. Ahora, América Latina se está convirtiendo en el destino ineludible para los republicanos con los ojos puestos en 2016.

Al organizar sus visitas y contactos con los países vecinos del sur, evalúan cómo fortalecer el apoyo político de los latinos que, al conformar el 17.1 por ciento de la población estadounidense, son clave para ganar futuras elecciones. Necesitan diferenciarse de la retórica anti-inmigración cada vez más dura de los republicanos del Congreso y al mismo tiempo conservar la capacidad de asegurarse la nominación de la base de activistas.

El ejemplo más reciente lo dará el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, que este miércoles viaja a México en misión comercial, evitando detenerse en la frontera y centrándose en la economía.

"El viaje a América Latina se está convirtiendo en un requisito para los candidatos tanto como antes lo era un viaje a Israel", dijo Dan Schnur, director del Instituto de Política Jesse M. Unruth de la Universidad del Sur de California y ex asesor político respublicano. El único viaje al exterior que realizó Christie como gobernador fue a Israel en 2012.

"Para muchos de los que formamos parte de la comunidad empresarial, en especial la comunidad empresarial mexicano-estadounidense, ya era hora de que esto ocurriera", señaló Héctor Barreto, presidente de The Latino Coalition, agrupación no partidaria organizada por los dueños de empresas hispánicos que ayudó a Christie a organizar su itinerario mexicano.

MODELO JUDÍO


Barreto estuvo a cargo de la Administración de Pequeñas Empresas de los Estados Unidos durante el gobierno del presidente George W. Bush y asesoró al presidente George W. Bush y a los ex candidatos republicanos John McCain, senador por Arizona, y Mitt Romney. Barreto recordó cómo su padre, fundador de la Cámara de Comercio Hispánica de los Estados Unidos, décadas atrás identificó la actividad política de la comunidad judía como un ejemplo a seguir para los hispánicos.

"Solía decir que la comunidad judía estaba haciendo algo muy, muy importante por Israel y que nosotros podíamos tener un papel similar para nuestros países natales de América Latina", contó Barreto.

Los judíos conforman el dos por ciento de la población estadounidense, lo que hace que su bloque de votantes sea considerablemente más pequeño que el de los hispánicos en el plano nacional. Al mismo tiempo, los votantes judíos son influyentes en los estados oscilantes de Florida y Ohio, y los donantes y activistas judíos tienen un rol significativo en ambos partidos.

Se proyecta que, en la próxima generación, los votantes latinos pasarán de 23 millones a 40 millones con un aumento del 40 por ciento para 2030, de acuerdo con el Pew Research Center. Esto supera ampliamente el crecimiento de los votantes blancos, negros y asiáticos.

Los latinos eran el 8.4 por ciento del total de votantes en la elección presidencial de 2012, reveló Pew, y el apoyo que le dieron al presidente fue del 71 por ciento, frente a un 27 por ciento para Romney. Ese margen fue más amplio que el de 2008, cuando Obama recibió el voto del 67 por ciento de los latinos, con un 31 por ciento para McCain.

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