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¿Por qué la dueña de Zara es la estrella del 'retail'?

Inditex, la propietaria de la cadena de ropa, anunció el martes un aumento de 11 por ciento en ventas iguales, en momentos en que sus rivales advierten condiciones adversas

Las mujeres ya no quieren ropas nuevas. No hay tendencias nuevas irresistibles. Hace demasiado calor.

Las excusas de los distribuidores de ropa minoristas para explicar los malos resultados llegan por doquier. Inditex los está dejando en evidencia.

El propietario de la cadena de ropas Zara anunció el martes que las ventas aumentaron un 16 por ciento, sin incluir fluctuaciones monetarias, en los seis meses que finalizaron el 31 de julio, mientras que las ventas de las mismas tiendas aumentaron un 11 por ciento.

Lo que es más importante, las ventas excluyendo las fluctuaciones monetarias aumentaron un 13 por ciento entre el 1 de agosto y el 18 de septiembre, un periodo sobre el que otros minoristas como su competidor Hennes & Mauritz habían advertido de condiciones adversas por un otoño cálido.

Los excelentes resultados de Inditex se deben a varios factores.

En primer lugar, su modelo de negocio permite transformar rápidamente las últimas tendencias en éxitos comerciales en tan solo unas semanas.

Eso significa que puede responder rápidamente al cambio de las modas, y a periodos de climas inusualmente calurosos o fríos, mientras que otras cadenas agobian con abrigos de invierno durante una ola de calor.

Además, Inditex fabrica la mitad de sus ropas cerca de su sede central en el norte de España, así como en Portugal y el norte de África. En Turquía fabrica otro 20 por ciento, y el 30 por ciento restante procede de Asia.

Su competidor H&M fabrica cerca del 80 por ciento de sus ropas en Asia y, puesto que éstas generalmente tienen un precio en dólares, son más vulnerables al impacto de un dólar fuerte que Inditex.

Por último, Inditex ha estado invirtiendo en su negocio digital y renovando establecimientos, centrándose más en las tiendas principales de los mercados. Y ha mantenido los precios estables.

Con la expansión de la cadena chic de ropas baratas Primark en Europa y Estados Unidos, ningún minorista puede permitirse alejarse demasiado de los bajos precios.

El fundador de la compañía, Amancio Ortega, la persona más rica de Europa y segunda del mundo con fortuna de 77 mil 800 millones de dólares, ya no es el presidente, pero continúa formando parte del consejo y sin duda aún tiene influencia en la dirección del negocio.

Podría parecer un poco maleducado encontrar una falta en estos resultados brillantes.

Si hay una queja es que los beneficios no están creciendo tan rápidamente como las ventas ya que las inversiones están pasando factura.

Los ingresos netos aumentaron un ocho por ciento anual, inferior al nivel del crecimiento de las ventas. Y los márgenes brutos -la diferencia entre el precio al que un minorista compra y vende sus productos- cayeron solamente un punto porcentual en el primer semestre.

No obstante, Inditex está en lo correcto al seguir invirtiendo. Muchos minoristas se centran demasiado en la reducción de costes, y no lo suficiente en la innovación para mantener sus marcas y sus tiendas actualizadas.

Las acciones de Inditex se negocian a una relación de precios/beneficios estimados de unas 29 veces, casi el doble que la media del sector.

Parece que se lo merece, dados los excepcionales resultados comparados con otros minoristas, excluyendo el sector alimentario.

Pero esta prima parece suficientemente significativa hasta que Zara consiga planchar esa última arruga, la del crecimiento de beneficios por debajo del de las ventas, de su vestido de volantes.

Esta columna no refleja necesariamente la opinión de El Financiero, Bloomberg LP y de sus propietarios.

*Andrea Felsted es columnista de Bloomberg Gadfy que cubre las industrias de consumo y venta al por menor. Anteriormente trabajó en el Financial Times.

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