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Mientras Atenas hierve y los bancos se tambalean, Mykonos está de fiesta

La isla griega es otra mundo; la austeridad y las protestas están muy lejos. Aquí, una botella de 750ml de champagne Armand De Brignac puede costar 13 mil 500 dólares y se venden bastantes.

Después de pasar seis días en Atenas, llegar a Mykonos es como entrar a otro mundo. Está a sólo 160 kilómetros de la capital griega, pero la "isla de los vientos" podría ser otro país, divorciado de las preocupaciones económicas de Grecia.

Los bares, las discotecas y los restaurantes están llenos, y recién es junio. Agosto es el mes de pico turístico en la isla, ya que los veraneantes griegos llegan a Mykonos para sumarse a los británicos, los norteamericanos y los rusos.

Mykonos no tiene nada que ver con la austeridad. Los hoteles están entre los más costosos de Europa, y una buena noche se mide en botellas de champagne vacías, amontonadas en pilas. Una botella de 750ml de champagne Armand De Brignac puede costar 13 mil 500 dólares.

El gerente del bar en Nammos, el balneario más exclusivo de la isla, dice que el negocio está que arde. En una noche promedio, vende 300 a 400 botellas de champagne, gran parte del cual se sirve en los yates amarrados en el puerto. Y la elite griega, dice, sigue viniendo.

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