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La patrulla que quiere evitar otro Titanic

La Patrulla Internacional del Hielo a cargo del comandante de la Guardia Costera estadounidense, Gabrille McGrath, es la encargada de buscar hielo en las vías marítimas para que ningún barco choque contra un Iceberg.

Todos los días, Gabrielle McGrath piensa en el Titanic y las mil 517 vidas perdidas cuando el barco de White Star Line chocó contra un iceberg en abril de 1912.

McGrath, comandante de la Guardia Costera estadounidense, dirige la International Ice Patrol (IIP, Patrulla Internacional del Hielo) y su tarea consiste garantizar que la tragedia no se repita. Y desde 1913, cuando se creó la patrulla, ningún barco que haya seguido sus advertencias chocó contra un iceberg.

"Por eso hacemos lo que hacemos, para evitar que vuelva a ocurrir", dijo. Considerando los actuales fenómenos climáticos, este año puede ser ajetreado para el equipo.

La tarea de la Ice Patrol se ubica en la intersección de la historia, la necesidad y el clima, en tanto los equipos buscan hielo en las vías marítimas del Atlántico Norte cerca de las Grand Banks de Terranova.

Desde el primero de febrero hasta el 31 de agosto, Estados Unidos tiene la responsabilidad de las vías marítimas, en tanto el resto del año cubre la zona el Canadian Ice Service. Los datos reunidos son luego publicados para que los barcos eviten el límite de icebergs, el punto más austral que alcanzarán las montañas de hielo.

"Los icebergs no son un fenómeno invernal", dijo Joseph Murphy, profesor de transporte marino en la Academia Marítima de Massachusetts en Buzzards Bay, Massachusetts. De los glaciares de Groenlandia se desprenden témpanos que van a la deriva hacia el sur siguiendo la Corriente de Labrador y hasta las vías marítimas en el Atlántico Norte.

PELIGROS PARA LA NAVEGACIÓN


"Chocar contra hielo sólido a una velocidad de alrededor de 20 nudos causaría casi seguramente una penetración en el casco", dijo Murphy. "El problema número 1 con el hielo es la imagen clásica donde 25 por ciento está sobre el agua y tres cuartos debajo del agua".

En tanto fuerzas climáticas prolongadas crearon los glaciares de los que cada año se desprenden de 10 mil a 15 mil icebergs, es el clima el que determina cuántos acabarán realmente en las vías marítimas.

McGrath dijo que las fluctuaciones del fenómeno climático conocido como Oscilación del Atlántico Norte pueden determinar si se enfrentarán menos icebergs o si habrá grupos de éstos acechando en el agua.

La oscilación, que es la diferencia de la presión de aire entre la Depresión de Islandia y el anticiclón de las Azores, puede afectar el clima en todo Estados Unidos. Por ejemplo, cuando se halla en una fase negativa, el aire frío normalmente se acumula en el Este, congelando las ciudades desde Nueva York hasta Boston.

Para McGrath, es la fase positiva la que trae problemas, porque cambia los fenómenos eólicos en todo el Atlántico Norte.

"Cuando ese índice es positivo, es un indicador de que tendremos una temporada severa", dijo por teléfono McGrath, que vive en New London, Connecticut.

El año pasado, cuando la oscilación se mantuvo positiva durante la mayor parte del invierno norteamericano, mil 546 icebergs estuvieron a la deriva en las vías marítimas, el sexto mes con más icebergs desde que se tienen registros, dijo McGrath.

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