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Inversionistas en Tesla se preguntan dónde están las ganancias

Algunos optimistas y otros escépticos, inversores y analistas tienen visiones variadas sobre Tesla, sin embargo, el hecho de que desde 2003 la empresa haya generado utilidades solo en un trimestre es algo que a todos les pesa.

Chris Ziegler aprieta el pedal de su Model S de Tesla. Éste se desplaza hacia delante en forma silenciosa e instantánea –a diferencia de los autos propulsados con nafta que rugen y les falta el aire antes de acelerar. Conduciendo por las colinas al norte de Los Ángeles, se desliza entre curvas en U sin preocuparse por derrapar. Trescientas libras de baterías bajo el coche hacen que eso resulte casi imposible.

A Ziegler le encanta todo en su auto totalmente eléctrico Tesla, con un valor de 107 mil dólares, incluido el hecho de recargar sus baterías utilizando las pantallas solares en los árboles sobre su casa. Eso disminuye su contribución al cambio climático y su dependencia del petróleo del Golfo Pérsico –que Ziegler patrulló siendo operador de artillería de la Armada en 1983.

"Me sorprende que los grandes fabricantes de autos no hayan respondido con un producto para competir con Tesla", dice Ziegler, de 49 años, gerente de proyectos inmobiliarios en el suburbio de Monrovia, en Los Ángeles. En la placa de su Model S se lee "Waat Gas", informará la revista Bloomberg Markets en su número correspondiente a abril.


Ziegler está tan convencido de que Tesla es el auto del futuro que con su esposa, Barbara, ejecutiva de ventas de una firma institucional de inversiones, volcaron 90 por ciento de sus activos líquidos en sus acciones a comienzos de 2010, cuando la acción se vendía a 16 dólares. Barbara también ganó cientos de miles de dólares negociando opciones contra inversores convencidos de que Tesla quebraría, dice.

Obviamente, Tesla no quebró. El máximo responsable ejecutivo, Elon Musk, dice, en cambio, que está conduciendo al mundo a un futuro sin nafta. Enfrentado ya a competidores como BMW y Mercedes-Benz, quiere llevar los autos Tesla al mercado masivo –e impulsar el proceso de librar al mundo de su dependencia de los combustibles fósiles.

ABUNDAN ESCÉPTICOS

A la larga "todos los autos serán eléctricos", dijo Musk en una conferencia de prensa en enero.

Sin embargo, muchos escépticos dudan de que Tesla pueda llegar a competir con los Toyota y los General Motors del mundo –o a salir del rojo en un futuro inmediato. Desde su fundación en 2003, la compañía, que salió a bolsa en 2010, ha obtenido ganancia sólo en un período de tres meses. En 2014, perdió 294 millones de dólares sobre 3 mil 200 millones de facturación.

Unos 217 millones de dólares de esos ingresos provinieron de la venta a sus competidores de vehículos de emisión cero, o ZEV, créditos y otras asignaciones por contaminación.

"Estamos hablando de una empresa sin flujo de caja", dice Matthew Stover, analista de Susquehanna Financial Group, con sede en Boston, que en los tres meses previos al 31 de enero vendió más de la mitad de sus 1.5 millones de acciones de Tesla. "Un cien por ciento del valor de las acciones está asociado a una visión del futuro que no se ha manifestado en el pasado".

GANANCIAS EN 2020

En una llamada en conferencia de informes a los inversores el 11 de febrero, después de publicar el estado financiero de Tesla correspondiente al cuarto trimestre, Musk, de 43 años, predijo que la empresa tendría un flujo de caja positivo para el tercer trimestre de este año. También ha pronosticado que Tesla obtendrá una ganancia de un año entero conforme los principios contables generalmente aceptados para el año 2020.

Stover no es el único inversor escéptico con las perspectivas de Tesla –y del precio de su acción, que a 199.6 dólares la acción al 3 de marzo valorizó la empresa en 25 mil 100 millones de dólares. (Es casi 40 por ciento de la capitalización de mercado de Ford, que el año pasado vendió 6.3 millones de vehículos, casi 200 veces más que Tesla.)

Al 13 de febrero, 26.8 por ciento de las acciones de Tesla habían sido vendidas en descubierto, en tanto apostaban a su caída más inversores que para todas las demás empresas en el Bloomberg Intelligence Global Automobiles Valuation Peers Index.

CONFIANZA DE MUSK

Los detractores no han hecho mella en la confianza de Musk. En la llamada en conferencia del 11 de febrero dijo que en 10 años Tesla podría igualar la capitalización de mercado de Apple, que al 3 de marzo era la empresa más valorizada del mundo, en 753 mil millones de dólares. En una carta a los accionistas del mes de febrero, escribió que las entregas de vehículos crecerán 70 por ciento este año y que habrá un aumento "significativo" de lo que definió como ingreso no-GAAP (no conforme a los principios contables generalmente aceptados), un cálculo que tiene en cuenta factores como los pagos de alquileres y las opciones sobre capital en acciones diferidas.

Tesla –así llamada por Nikola Tesla, que diseñó sistemas eléctricos por corriente alterna en el siglo XIX- ofrece a los compradores un solo producto, el Model S, del que vendió 31 mil 655 unidades en 2014 a partir de un precio de $71 mil dólares. La compañía introducirá un SUV con puertas tipo ala de gaviota a fines de este año, también con un precio de unos 70 mil dólares, y más adelante, en 2017, apuntará a los consumidores de ingresos medianos con un auto de 35 mil dólares con un rango de 200 millas (320 kilómetros) llamado Model 3.

Musk prevé que fabricará 500 mil vehículos en 2020 en su fábrica de Fremont, California, equipándolos con baterías de una planta enorme apodada Gigafactory que está construyendo con Panasonic en el desierto de Nevada.

Hasta los simpatizantes ponen en duda que Musk pueda alcanzar sus objetivos. El analista de Morgan Stanley en el área automovilística, Adam Jonas, es un entusiasta del Tesla pero sin embargo predice que el Model 3 común costará 60 mil dólares y que Tesla venderá 319 mil autos al año en 2020. Él considera que aun con esa cifra más baja Tesla puede ganar dinero y liderar la innovación en la industria automotriz mundial.

Jonas tiene una calificación sobreponderada para las acciones.

Según Stover, de Susquehanna, el precio de la acción de Tesla –alcanzó su pico máximo en 291 dólares en septiembre para luego caer en tándem con los precios del petróleo- indica que los inversores ya consideran un éxito al Model 3.

"No habiendo ocurrido nada que valide esa opinión durante dos años, el mercado simplemente adivinará", dice Stover.

La deuda de Tesla no es menos popular que sus acciones. En febrero de 2014, los inversores compraron pagarés convertibles de Tesla por 2 mil 300 millones con cupones de 1.25 por ciento o menos- un retorno menor que la inflación estadounidense. Los bonos no se convertirán a acciones –y no darán un retorno mayor a los inversores- a menos que la acción alcance 359.8 dólares

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