En tanto la relación del presidente Vladimir Putin con los Estados Unidos se congela, un pequeño archipiélago del Atlántico ve crecer sus exportaciones de salmón a Rusia.
Las Islas Feroe, parte del Reino de Dinamarca, lograron quedar fuera de la Unión Europea. Y, a diferencia de Noruega, que es el mayor productor mundial de salmón y no forma parte de la UE, no se sumaron a las sanciones contra Rusia.
Eso significa que no se han visto afectadas por la prohibición rusa de importar alimentos dispuesta por Putin como represalia. Bakkafrost P/F, con sede en la ciudad feroesa de Glyvrar, dice que esto hará que sus exportaciones a Rusia aumenten a más del triple. Sus acciones tuvieron un alza de alrededor del 19 por ciento desde comienzos de agosto conforme los inversores se ponen al día.
"Es una situación muy extraña que un mercado tan grande se quede sin salmón de la noche a la mañana justo cuando nosotros tenemos montones de salmón que queremos vender", dijo el máximo responsable ejecutivo Regin Jacobsen en una entrevista telefónica. "Si uno quiere salmón fresco, no hay tantas alternativas".
Rusia, que representa aproximadamente el 7 por ciento de la demanda mundial de salmón del Atlántico, prohibió la compra de alimentos a los países que apoyan las sanciones a comienzos del mes pasado. El enfrentamiento dejó a las Islas Feroe, que representan alrededor del 4 por ciento de la producción mundial, en una posición única para abastecer a los consumidores rusos de salmón fresco.
PESCADO CONGELADO
El único otro país con gran producción de salmón no afectado por la prohibición de Putin es Chile. Pero está demasiado lejos de Rusia para transportar salmón fresco y los productores chilenos probablemente envíen pescado congelado en lugar de pagar un flete aéreo costoso.
Como la industria rusa del salmón es "marginal", las Islas Feroe -territorio con unos 50 mil habitantes ubicado entre Escocia e Islandia- tendrán el monopolio del salmón fresco en Rusia, explicó Kolbjoern Giskeoedegaard, analista de Nordea Markets en Oslo. Desde que comenzó la prohibición de importar alimentos, los precios del salmón fresco en Rusia quizá hayan llegado a 70 coronas, unos 11 dólares el kilogramo, calcula.
La semana pasada, el kilo costaba 31.4 coronas en Oslo, un 11 por ciento menos que antes de la prohibición rusa, según Fish Pool ASA, una bolsa con sede en Bergen, Noruega.
Jacobsen en Bakkafrost dijo haber observado un aumento de precios en Rusia, pero no accedió a dar más detalles. La empresa ha sumado clientes rusos con poco esfuerzo. "Ellos nos encontraron", señaló Jacobsen. "No les vamos a vender a todos".
Produciendo a su máxima capacidad, la compañía aumentará su porcentaje de las exportaciones destinadas a Rusia de alrededor del 6 por ciento del total a por lo menos el 15 por ciento, agregó. Teniendo en cuenta que Bakkafrost planea aumentar la producción en un tercio a unas 27 mil 500 toneladas en la segunda mitad del año, se calcula que sus ventas a Rusia crecerán a más del triple.