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FBI quiere vigilar más a dispositivos inteligentes

Cada día es más difícil para los detectives examinar los smartphones, por lo que Estados Unidos analiza realizar cambios a la legislación.

Empresas como Apple Inc. y Google Inc. deberían estar obligadas a incorporar funciones de vigilancia con el fin de ayudar en las investigaciones policiales, según la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI).

Los proveedores de los nuevos servicios de comunicación deberían crear un método de "puerta frontal" para interceptar datos, toda vez que cierta tecnología no está cubierta por la legislación que exige que las empresas de telecomunicaciones integren capacidades de monitoreo, afirmó el director del FBI, James Comey.

Los comentarios de Comey se suman a las tensiones entre las agencias gubernamentales y las empresas tecnológicas que intentan defender los derechos de privacidad de sus usuarios. Google y Apple recientemente fortalecieron el cifrado en sus dispositivos móviles para mejorar la seguridad, una medida que de acuerdo con la FBI, el Fiscal General de Estados Unidos y las autoridades policiales dificulta la investigación de delitos que van desde el abuso infantil al narcotráfico.

La administración de Barack Obama y los legisladores han discutido una actualización de la Ley 'Communications Assistance for Law Enforcement Act'. Los organismos encargados de aplicar la ley quieren que más empresas que prestan servicios de comunicaciones estén obligadas a construir herramientas de intercepción que permitan a los organismos efectuar labores de vigilancia al amparo de órdenes judiciales.

La administración también ha contemplado imponer multas o incentivos con el objetivo de lograr que empresas del ramo, como Microsoft Corp. y Google garanticen el acceso a los datos para efecto de las investigaciones.

El mes pasado, Google y Apple anunciaron que sus nuevos teléfonos inteligentes cifrarían automáticamente los datos almacenados en ellos, blindando así fotos, documentos y listas de contacto de las miradas indiscretas del gobierno o de hackers. Los nuevos teléfonos codificarán automáticamente los datos de manera que se necesita una clave digital en posesión del propietario para desbloquearlos, por lo que será más difícil para los detectives examinar el contenido de los teléfonos de los sospechosos sin su conocimiento o cooperación.

Las empresas de tecnología buscan rehabilitar su reputación luego de que el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional, Edward Snowden, revelara que en el pasado cooperaron con los programas de espionaje del gobierno.

Las compañías han argumentado que la exigencia de añadir capacidades de interceptación en sus productos podría costarles clientes, exponerlos a la responsabilidad legal, exponerlos a ataques cibernéticos y los obligaría a reconfigurar los productos que protegen los datos de usuario.

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