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En el reality show de Putin: Trump y Erdogan trabajan por él

Trump está dando indicios de reconocer la anexión de Crimea a Rusia y el presidente turco culpa a EU de apoyar el reciente intento de golpe de estado en el país. Putin está aprovechando esta ola de eventos a su favor lo que ha fortalecido a los partidos que lo apoyan. 

Si Vladimir Putin estuviera escribiendo un guión sobre maneras de debilitar a la OTAN, no podría hacerlo mejor que si describiera lo que está ocurriendo en este momento.

En los Estados Unidos, el candidato Republicano Donald Trump está cuestionando el principio básico de la alianza y dando indicios de reconocer la anexión de Crimea por parte de Putin. En Turquía, los funcionarios liderados por el principal consejero del presidente Recep Tayyip Erdogan culpan a los Estados Unidos de un golpe de estado fallido por parte de funcionarios deshonestos dentro de la segunda fuerza militar de la OTAN, impulsando un surgimiento antiestadounidense que Putin se apresura a explotar.

De repente, y con poco esfuerzo, el veterano de la KGB está cosechando un sorpresivo beneficio de las políticas internas de los dos pilares de la estructura defensiva colectiva de Europa.


"Putin tiene la suerte del diablo", dijo Mark Galeotti, investigador visitante en el Consejo Europeo de Relaciones Internacionales. "Puede relajarse y ver cómo se desmorona a este bloque más rico, más poderoso y con valores más legítimos".

TRUMP, CLINTON

El líder ruso está en la cresta de la ola de una cantidad de eventos que han jugado a su favor, incluyendo la peor crisis de migración de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, lo que ha fortalecido a los partidos que están a favor de Putin a lo largo de todo el continente y ayudado a impulsar la votación histórica británica de junio para abandonar la Unión Europea.

Si bien muchos miembros del establishment de Moscú dijeron que están preocupados por una posible presidencia de Trump a causa de su imprevisibilidad, citan su cuestionamiento de la actual estructura de seguridad como prueba de los diferentes grados de compromiso que hay dentro del bloque de 28 miembros con respecto a su postura inflexible con Rusia.

Putin fue empujado bajo la lupa de los Estados Unidos luego de que Rusia emergió como supuesto líder del hackeo de correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata, que fueron publicados en WikiLeaks antes de la convención nacional del partido para nominar a Hillary Clinton. El Kremlin llamó a las acusaciones de intromisión "absurdas", pero Trump avivó las llamas al instar a Rusia a hackear los correos electrónicos de Clinton para obtener evidencia que respalde su difamación titulada "Hillary Deshonesta" – comentarios que luego dijo que habían sido sarcásticos.

PROVOCAR UNA DIVISIÓN 

Al mismo tiempo, Putin se movió con rapidez luego de que Turquía acusara a los Estados Unidos de estar involucrados en el sangriento golpe de estado de hace dos semanas y los Estados Unidos y la UE expresaran preocupación por la campaña draconiana de Erdogan, incluyendo apoyo para volver a instaurar la pena de muerte, de acuerdo a Alexander Shumilin, que dirige el Centro de Conflictos de Oriente Medio en el Instituto para Estudios de los Estados Unidos y Canadá en Moscú.

"La política de Putin es provocar una división entre Turquía y la OTAN y cosechar los beneficios", dijo Shumilin por teléfono, prediciendo que Turquía ya no actuará como un baluarte de la OTAN en la frontera sur de Rusia. El peligro de que Turquía convierta al Mar Negro en un "lago" cerrando el Bósforo a los buques navales rusos con base en Crimea ha desaparecido, dijo.

Es vital para Rusia tener un aliado dentro de la OTAN que lo pensará dos veces antes de moverse contra el país en el caso de un eventual conflicto, dijo un alto funcionario en Moscú.

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