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El impuesto que los Clinton respaldan, pero no quieren pagar

Bill y Hillary Clinton usan estrategias de planificación financiera que convienen al uno por ciento de las familias más ricas de los Estados Unidos, a fin de evitar pagos fiscales.

Bill y Hillary Clinton apoyan desde hace mucho tiempo un impuesto patrimonial para evitar que la riqueza heredada domine los Estados Unidos. Eso no significa que quieran pagarlo.

A los efectos de reducir la carga impositiva, los Clinton usan estrategias de planificación financiera que convienen al uno por ciento de las familias más ricas de los Estados Unidos. Esas decisiones, habituales entre los multimillonarios, contribuirán a que puedan proteger parte de su patrimonio del impuesto, que en la actualidad llega al 40 por ciento de los bienes tras la muerte.

Los Clinton crearon fideicomisos residenciales en 2010 y les transfirieron la propiedad de su casa de Nueva York en 2011, según documentación financiera federal y registros inmobiliarios locales.

Entre las ventajas impositivas de esos fideicomisos se cuenta que toda apreciación del valor de la casa puede concretarse al margen de su patrimonio gravable. La decisión podría salvar a los Clinton de centenares de miles de dólares en impuestos patrimoniales, dijo David Scott Sloan, un socio de Holland Knight LLP en Boston.

"El objetivo es ser cuidadosos y tratar de incrementar el patrimonio no gravable, y de eso se trata", dijo Sloan. "Se crean cosas que figurarán en el plano no gravable del balance a su muerte".

Las finanzas de los Clinton concitan atención en momentos en que Hillary Clinton recorre el país promocionando su libro, "Hard Choices". En una entrevista televisiva de ABC dijo que el matrimonio estaba "en bancarrota" y endeudado al abandonar la Casa Blanca a principios de 2001. Luego de que se la criticara por sus declaraciones, dijo a "Good Morning America", de ABC, que entendía los problemas económicos de los estadounidenses.

Límite a la exención

Tras perder la nominación presidencial demócrata ante Barack Obama en 2008, Hillary Clinton decide ahora si volverá a competir en 2016.

En su última campaña, Clinton apoyó que se obligara a los más ricos a pagar más impuesto patrimonial mediante el recurso de poner un límite a la exención por persona de 3.5 millones de dólares y de establecer un aporte máximo de 45 por ciento, una política que Obama sigue respaldando. El Congreso decidió ir en dirección opuesta, y Obama aceptó en el marco de un acuerdo más amplio. La exención por persona es ahora de 5.34 millones de dólares.

"El impuesto patrimonial ha sido tradicionalmente parte de nuestra convicción fundamental de que debemos tener una meritocracia", dijo Hillary Clinton en una aparición de diciembre de 2007 con el inversor multimillonario Warren Buffett, que apoya los impuestos al patrimonio y usa donaciones de caridad para reducir su monto.

'Riqueza heredada'

Sin el impuesto patrimonial, dijo Hillary Clinton, el país podría quedar "dominado por la riqueza heredada".

Nick Merrill, un vocero de Hillary Clinton, dijo en un correo electrónico que las finanzas del matrimonio son un "libro abierto". No contestó preguntas adicionales sobre sus finanzas ni respecto de las opiniones actuales de Clinton sobre el impuesto patrimonial.

En los documentos del condado de Westchester figuran dos asesoras de planificación patrimonial, Linda Hirschson, de Greenberg Traurig LLP de Nueva York, y Rorrie Gregorio, de Marcum LLP, también de Nueva York. Ambas se especializan en planificación impositiva y de bienes de familias de elevado patrimonio neto. Ninguna de las dos devolvió un llamado en el cual se les solicitaban declaraciones.

Los Clinton siempre han apoyado impuestos más altos a los ingresos y el patrimonio de los estadounidenses más ricos, por más que sus discursos pagos y los derechos de libros los llevaron en la última década a las filas de las personas de que más dinero ganan en el país.

A fines de 2012, el patrimonio de los Clinton ascendía a entre 5.2 millones de dólares y 25.5 millones de dólares, según informes financieros que Hillary Clinton presentó en 2013, al abandonar su cargo de secretaria de Estado.

Ese total excluye el valor de sus casas de Washington y Chappaqua, Nueva York, los ahorros desde 2012 y regalos hechos a su hija, Chelsea, que espera su primer nieto para este año.

Patrimonio neto

En el marco de las normas de información federal para funcionarios del gobierno, los Clinton proporcionaron un panorama amplio de su patrimonio neto. La mayor parte de los activos declarados se encontraban en una sola cuenta en JPMorgan Chase Co. que tenía entre cinco millones de dólares y 25 millones de dólares. En 2010 tenían dos cuentas en JPMorgan, lo que indicaba un patrimonio neto de 50 millones de dólares.

Desde que salió del gobierno el año pasado, Hillary Clinton, que tiene 66 años, ha dado discursos por centenares de miles de dólares cada uno. Bill Clinton, de 66, también da discursos y hace apariciones, y en octubre de 2012 cobró 200 mil por cada uno a Vanguard Group Inc. y Deutsche Bank AG, según informes de Hillary Clinton.

Fideicomisos residenciales

Al hacer regalos en vida, la gente aprovecha sus exenciones al impuesto patrimonial de forma ordenada y usa técnicas para acumular la mayor cantidad posible de activos en la porción no gravable de su patrimonio.

Eso parece ser lo que hicieron los Clinton, dijo Sloan: usaron una estructura llamada fideicomiso residencial personal calificado que les permite descontar el valor de su casa a los fines del impuesto patrimonial.

"Se trata de hacer cosas que puedan reducir el valor", dijo.
Según registros de propiedad del condado, los Clinton dividieron la propiedad de la casa en mitades y luego colocaron esas mitades en fideicomisos.

La maniobra tiene múltiples posibles beneficios, empezando por el hecho de que toda apreciación del valor de la casa se da ahora al margen del patrimonio.

Los Clinton también crearon en 2010 un fideicomiso de seguro de vida. Eso puede contribuir al costo de los impuestos patrimoniales, dijo Sloan. Tienen fideicomisos de seguro de vida separados desde 1996, según los informes oficiales.

Se trata de medidas de planificación "muy habituales" en gente que sabe que estará sujeta al impuesto al patrimonio, dijo Ken Brier, un abogado especializado en impuesto patrimonial de Needham, Massachusetts.

"Si se es los Clinton y se vive en una pecera", agregó, "no se va a optar por una planificación audaz".

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