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Diez personas clave que decidirán sobre futuro de Deutsche Bank

En medio de temores respecto de las finanzas del banco, unos 10 fondos de cobertura que usan su servicio de operaciones trasladaron esta semana parte de su tenencia de derivados a otras firmas, según un documento interno del banco al que tuvo acceso Bloomberg News.

La presión sobre Deutsche Bank AG aumenta desde que la entidad crediticia reveló hace dos semanas que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos pide 14 mil millones de dólares para zanjar una investigación vinculada a títulos sobre hipotecas residenciales que el banco negociaba antes de la crisis financiera de 2008.

En medio de temores respecto de las finanzas del banco, unos 10 fondos de cobertura que usan su servicio de operaciones trasladaron esta semana parte de su tenencia de derivados a otras firmas, según un documento interno del banco al que tuvo acceso Bloomberg News.

La mayor entidad crediticia de Alemania está despidiendo personal, se deshace de clientes no rentables y abandona negocios. De todos modos, persisten dudas sobre si tiene los recursos para hacer frente a múltiples investigaciones legales sin buscar capital, si bien Deutsche Bank y el gobierno alemán han dicho que la compañía puede hacer frente a sus compromisos.

A medida que se desarrolla la saga, 10 personas serán clave para decidir la suerte de Deutsche Bank.

BILL BAER. El funcionario número 3 del Departamento de Justicia de los Estados Unidos tiene a su cargo las conversaciones del Deutsche Bank. Baer, un abogado antimonopólico, fue antes jefe de la división que supervisa los análisis de fusiones y adquisiciones, tarea en la que se caracterizó por oponerse a transacciones que el departamento consideraba anticompetitivas. Si bien no ha hecho comentarios sobre Deutsche Bank, Baer dice que los bancos son los culpables del lento avance de las conversaciones sobre un arreglo en el tema hipotecario.

JOHN CRYAN. El máximo responsable de Deutsche Bank trata de apuntalar las reservas de capital y la rentabilidad al tiempo que vende activos, reduce empleos y suspende dividendos. Cryan enfrenta un contexto negativo de mercados muy variables, tasas de interés negativas y endurecimiento de la regulación. Cryan declaró esta semana al diario alemán Bild que buscar capital "no es algo que se baraje en este momento" y dijo que no tiene interés en recibir ayuda estatal.

PAUL ACHLEITNER. El presidente de la junta supervisora de Deutsche Bank es conocido por sus contactos en el sector. Eligió a Cryan luego de que ejecutivos anteriores no lograran erradicar conductas inadecuadas que causaron la indignación de los fiscales desde Nueva York hasta Londres. Pero la estrella de Achleitner ha comenzado a perder brillo en tanto los inversores se impacientan ante la caída de los precios de las acciones y la persistente turbulencia.

ANGELA MERKEL. La canciller alemana tomaría la decisión final sobre una asistencia gubernamental para Deutsche Bank. Luego de gobernar Alemania durante la crisis financiera de 2008-2009, tiene sobrada experiencia en rescates bancarios. Esa experiencia también le ha dado una aguda conciencia de las desventajas políticas de ayudar al sector financiero, sobre todo en momentos en que Alemania se prepara para las elecciones nacionales del año próximo. Cautelosa por naturaleza, esta semana dijo que espera que el banco "pueda desarrollarse bien".

WOLFGANG SCHÄUBLE. El ministro de Finanzas alemán, el estadista más veterano del país y brazo derecho de Merkel en cuestiones financieras, elaboraría y ejecutaría cualquier rescate gubernamental de Deutsche Bank. En febrero dijo que Deutsche Bank no le preocupaba. En la actualidad evita hacer comentarios públicos, si bien el miércoles su ministerio desmintió una versión de Die Zeit que indicaba que el gobierno trabajaba en un plan de rescate.

MARIO DRAGHI. El presidente del Banco Central Europeo probablemente se involucraría antes de que una entidad crediticia se liquidara o dividiera. Si bien las decisiones del brazo supervisor del BCE por lo general cuentan con la habitual aprobación del Consejo Gobernante, en este caso las autoridades podrían querer evaluar la gravedad de los problemas de un banco contra los posibles efectos negativos que la disolución de una entidad tendría sobre el euro y la recuperación económica de Europa. Draghi ha dicho que no comparte la opinión de que las tasas de interés bajas –la fuente de muchos de los problemas del Deutsche Bank- planteen un riesgo sistémico.

DANIÈLE NOUY. La presidenta de la Junta Supervisora del Banco Central Europeo tiene a su cargo el análisis de las actividades y el balance de Deutsche Bank. Tendrá la última palabra a la hora de establecer las exigencias de capital del banco para 2017 y sería la primera en decir si un banco en problemas deja de ser viable. Ha señalado que el sector bancario de Europa está maduro para una consolidación.

ELKE KÖNIG. La presidenta de la Junta de Resolución Única en Bruselas se ocuparía de una eventual liquidación o división de Deutsche Bank. König es la primera jefa del organismo, creado en diciembre de 2014 como cámara compensadora para planes destinados a amortiguar los efectos negativos de grandes quiebras bancarias. Como ex responsable del organismo de supervisión bancario de Alemania, conoce bien las dificultades de Deutsche Bank.

FELIX HUFELD.
El presidente de BaFin, la entidad observadora de los mercados financieros de Alemania, trabaja en el monitoreo de los bancos con sus colegas del Bundesbank y el BCE. Si bien los representantes de Alemania en la Junta Supervisora del BCE incluyen al Bafin y al Bundesbank, sólo Hufeld tiene derecho a voto. No ha hecho declaraciones específicas sobre Deutsche Bank, pero ha dicho que las bajas tasas de interés devastan las ganancias bancarias y que las instituciones deben reducir costos para sobrevivir.

MARGRETHE VESTAGER. La ex ministra de Hacienda danesa está ahora a cargo del área de ayuda estatal y competencia del brazo ejecutivo de la Unión Europea. Tendría que analizar cualquier plan de rescate gubernamental para evaluar si respeta los estrictos límites de la UE sobre el apoyo público a las empresas.

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