Cuando Aaron Chan oyó decir que una licorería de Atenas quizá tenía un whisky japonés Hanyu Ichiro Malt raro, llamó por teléfono al comercio desde Hong Kong. Como no se pudo hacer entender en inglés, envió por correo electrónico fotos de las características etiquetas de barajas de la destilería. El propietario respondió con una foto de su botella. Era el As de Picas.
"Fue mi momento de ¡eureka!", dijo Chan, quien pagó unos 6 mil dólares de Hong Kong (774 dólares estadounidenses) por la botella hace dos años. "El As de Picas era ya muy, muy raro".
La semana pasada, una botella similar se vendió por 85 mil 750 dólares de Hong Kong en una subasta de Bonhams en Hong Kong, 14 veces lo que había pagado Chan y algo más que el precio de una caja entera de Chateau Margaux 1982 que vendió Sotheby's en Nueva York siete semanas antes.
Olvídense de los bordeaux premier cru. Los inversores se matan por conseguir escoceses puros de malta emblemáticos como Macallan, Bowmore y Dalmore y los whiskies japoneses raros como Karuizawa y Yamazaki. Los bares que se especializan en ofrecer la bebida color ámbar se multiplican en todas partes, de Manhattan a Singapur, y los precios suben a niveles vertiginosos. En enero, Sotheby's vendió una licorera Lalique de 6 litros de Macallan "M" puro de malta por una cifra récord de 4.9 millones de dólares de Hong Kong.
"No soy una defensora de comprar whisky para revenderlo", dice Heather Greene, directora de capacitación en whisky del Flatiron Room de Manhattan, refugio de los amantes de los licores que ofrece clases de degustación a aspirantes a conocedores. "Pero recibo preguntas de personas que quieren saber si deben comprar un par de cajas y venderlas al doble".
SUPERAN LAS ACCIONES
¿El doble? Más bien el quíntuple. De acuerdo con el índice Investment Grade Scotch, publicado por Whisky Highland en Tain, Escocia, los cien mejores puros de malta dieron un retorno promedio de 440 por ciento desde comienzos de 2008 hasta fin de julio de este año. Esto contrasta con un aumento del 31 por ciento en el índice accionario S&P 500 y una caída del 2 por ciento en el Índice Liv-ex 100 Benchmark Fine Wine.
El incremento de los precios es una gran noticia para Mahesh Patel, desarrollador de propiedades de Atlanta que reunió una colección de más de 5 mil botellas en los últimos 25 años.
"Todo lo que tengo está subiendo de precio", dice Patel, de 47 años, cuya bodega está asegurada en casi 6 millones de dólares. "Soy partidario de comprar dos botellas de cada cosa. Una para abrir y disfrutar y la otra para guardar si es algo poco común".
Una excepción a esta regla de las dos botellas es un Dalmore Trinitas 64 Year Old que compró en 2010 por 100 mil libras (166 mil 455 dólares). No se han elaborado más que tres.