Bloomberg

Bitcoins, hasta para comprar islas privadas

BitPremier es un sitio en internet que permite la comercialización de productos de lujos como autos, diamantes y hasta islas los cuales pueden ser adquiridos a través de Bitcoins. 

Una isla en Micronesia, una mina de oro en el Territorio Yukón de Canadá o entradas para el desfile de Victoria's Secret 2014 en Londres son apenas algunos de los activos que se ofrecen en BitPremier, un sitio en Internet que se dirige a los tenedores de bitcoin que buscan descargar parte de su tesoro digital.

El número de anuncios en BitPremier despegó cuando el precio de una sola bitcoin –la controversial moneda que existe únicamente en el ciberespacio- trepó vertiginosamente hasta mil 137 dólares a finales de noviembre de 2013 desde 12 dólares a comienzos del año.

Medidas regulatorias enérgicas en todo el mundo hicieron caer más de la mitad el valor de las bitcoins. Sin embargo, pese a la caída del precio, hay quienes están sentados sobre fajos de bitcoins con muy pocas formas de gastarlos. A otros les está costando obtener grandes cantidades de bitcoins sin mover el precio en este mercado todavía en ciernes.

BitPremier está uniendo a los dos grupos, informará Bloomberg Pursuits en su número correspondiente al Otoño 2014. El sitio es una creación de Alan Silbert, de 41 años, que durante el día trabaja como vicepresidente de préstamos para biotecnología en General Electric Capital Corp. en Washington. Silbert comenzó a comprar bitcoins en febrero de 2013, cuando el precio era de unos 22 dólares, a instancias de su hermano menor, Barry, presidente de SecondMarket Inc., una agencia de corretaje de Nueva York que se especializa en activos difíciles de negociar.

Los hermanos se dieron cuenta de que en el universo bitcoin no había nada dedicado a bienes y servicios suntuarios y eso los llevó a crear BitPremier en mayo de 2013.

'GRAN VACÍO'

"En ese momento, las bitcoins solamente se podían usar para comprar camisetas, jarros de café o medias de alpaca", dice Alan. "Vimos un gran vacío en el mercado que quisimos llenar. Si alguien quiere diversificar en las bitcoin, nosotros somos el lugar para hacerlo".

De hecho, BitPremier medió en una de las mayores transacciones realizadas con bitcoin: la venta en febrero de una villa de dos dormitorios con piscina en Seminyak, Bali, por 650 mil dólares, o sea unas 950 bitcoins. (Los artículos se presentan en dólares o euros y se convierten a bitcoins cada 60 segundos.)

El vendedor, el promotor inmobiliario alemán Ronny Tome, no sabía demasiado sobre las bitcoins hasta que el hijastro de su socio comercial le sugirió utilizar BitPremier para comercializar la colección de propiedades de su firma.

El anuncio apareció en BitPremier apenas una semana antes de que el eventual comprador, con sede en Texas, contactara a Tome. Concluir el acuerdo llevó cuatro meses pero el pago en bitcoins se hizo en minutos, contrariamente a los días que habría llevado transferir el dinero entre bancos.

Una vez que BitPremier retiró su comisión habitual de 5 por ciento, Tome vendió la mitad de sus bitcoins para financiar la construcción de otras propiedades y guardarse el resto.

"Es un poco como una apuesta, pero parecería que puede ser una inversión atractiva", dijo.

Uno de los problemas que enfrenta Alan Silbert es la tendencia de la gente a atesorar bitcoins con la esperanza de que el precio vuelva a subir.

"Quienes tienen suficientes bitcoins como para ser compradores potenciales creen a ciegas y sólo piensan en el largo plazo", dice. "El desafío para mí es que las suelten".

Por su parte, algunos vendedores esperan pacientemente que los precios de la bitcoin vuelvan a subir para generar interés. Ryan Weaver, programador de software con sede en Indonesia y entusiasta de bitcoin desde el comienzo, por ejemplo, está ansioso por separarse de una isla privada frente a Pohnpei en Micronesia por 459 mil dólares, o sea 968 bitcoins. Weaver dice que suscitó cierto interés cuando los precios de las bitcoins superaron los mil dólares, pero que las averiguaciones volvieron a caer cuando el precio se desplomó. No obstante, sigue siendo optimista.

También lee: