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Berlín supera la adolescencia y alcanza su madurez

En Berlín la cantidad de empleos en contabilidad, consultoría empresarial, relaciones públicas y publicidad creció 27%, más del doble del crecimiento en empleo total, indican datos del período 2006-2011. El alcalde Klaus Wowereit acuñó la frase que describió la capital en 2003 al calificarla de “pobre pero sexy”.

En lo que respecta a Berlín, la comodidad supera a la sofisticación.

Desde lobbystas y abogados hasta centros comerciales y edificios de lujo, abundan los indicios de que la mayor ciudad de Alemania, Berlín, se está convirtiendo en una capital madura luego de su adolescencia posterior a la Guerra Fría. Aún quedan muchos barrios por desarrollar, y el aburguesamiento que ha llevado a que se la compare con Londres y Nueva York sigue vigente.

No son sólo artistas, diseñadores de modas y programadores de software quienes impulsan la transformación. Los empleos bien pagados que ha generado el gobierno federal han aumentado a un ritmo superior al promedio. Si a eso se le suma la presencia de empleadores como la firma minorista online Zalando SE, puede decirse que la prosperidad está de moda.

"Basta con tomar todos esos emprendimientos de Internet. Se trata de gente que quiere que las ideas funcionen y convertirlas en dinero", dijo Reinhard Messenboeck, de 42 años, que está al frente de la oficina de Berlín de Boston Consulting Group. "Es un nuevo espíritu. Es como la banca de inversión, si bien más aceptable en el plano social. Es muy diferente en relación con hace tres, cuatro o cinco años".

El alcalde Klaus Wowereit acuñó la frase que describe la capital en 2003 al calificar a Berlín de "pobre pero sexy". En los años siguientes, la cantidad de empleos en contabilidad, consultoría empresarial, relaciones públicas y publicidad creció 27 por ciento, más del doble del crecimiento en empleo total, indican datos del período 2006-2011.

Se trata del cambio más reciente de una ciudad que pasó de zona estancada prusiana a capital nazi en la década de 1930, que luego languideció como enclave dividido hasta la caída del Muro de Berlín hace 25 años. Su historia extraordinaria y los alquileres relativamente baratos -45 por ciento de la mediana de Múnich- hacen que Berlín siga siendo atractiva.

LA POBREZA QUEDÓ EN EL PASADO

"Hacemos lo que hace el resto de las ciudades: tratar de conseguir empleos bien pagos", dijo Cornelia Yzer, una ex lobbista de la industria farmacéutica que dirige el departamento de desarrollo económico de la ciudad. "La pobreza pertenece al pasado", si bien Berlín "sigue siendo sexy".

La relación entre gobierno y empresas es una gran ventaja para Nicole Alexander, que edita Politik und Kommunikation, una revista mensual que se fundó en 2002 y analiza desde estrategas de campañas y empleos recientes en asuntos públicos hasta lobbistas poderosos y las vidas de los legisladores. Según la revista, la cantidad de grupos de lobby se duplicó en Berlín el año pasado y llegó a 126, mientras que eran 63 en 2004.

"Berlín todavía tiene que ponerse al día", dice Alexander en el Café Einstein, ubicado en el sector oriental, donde se reúnen políticos. "Nunca va a ser como Londres o París, pero avanza hacia una verdadera capital que atrae mucho de lo que conlleva un gobierno federal".

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