El mejor consejo médico para sobrevivir al ébola en este momento podría caber en una palabra: beber.
En vista de que las drogas y las vacunas en que se está trabajando tardarán meses en llegar, los médicos y los especialistas en salud pública aprenden de los sobrevivientes del ébola qué medidas simples los ayudaron a derrotar la infección. Resulta que beber 4 litros (1 galón) diarios de solución de rehidratación o más -un desafío para cualquiera y especialmente para aquellos que sufren vómitos incesantes- es fundamental.
"Cuando las personas se contagian, rápidamente quedan secas como una papa frita", dijo Simon Mardel, médico de sala de emergencias que asesora a la Organización Mundial de la Salud sobre el ébola en Sierra Leona. "Después la tragedia es que no quieren beber".
El reemplazo intensivo de fluidos se consideró crucial para salvar a dos médicos estadounidenses con ébola en el Hospital de la Universidad Emory de Atlanta, según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine la semana pasada. Las entrevistas que llevaron a cabo Mardel y colegas de la OMS con seis de la docena de pacientes que sobrevivieron al ébola en Nigeria, donde el porcentaje de muertos es mucho más bajo, también ponen de relieve la importancia de beber.
Ada Igonoh, médica que se contagió el ébola a fines de julio mientras trabajaba en el First Consultants Hospital de Lagos, dijo que bebió sales de rehidratación oral mezcladas con agua tan pronto como empezaron sus síntomas grastrointestinales, incluso antes de que le diagnosticaran ébola. Una vez hospitalizada, recorrió Internet en su iPad para buscar información provista por los supervivientes.
ESTUDIAR EN AISLAMIENTO
"Sabía que en las enfermedades diarreicas, el shock que produce la deshidratación es la causa número uno de muerte", escribió Igonoh en un correo electrónico. "A partir de mis investigaciones sobre el ébola en aislamiento, observé que esto era cierto".
La OMS compartió transcripciones de las entrevistas con Igonoh y otros cinco sobrevivientes del ébola con autorización de los pacientes para aportar información sobre las experiencias y el manejo clínicos. Igonoh también respondió preguntas en un correo electrónico enviado de forma directa.
Los pacientes de Liberia perdieron cinco litros de fluidos por día por la dirrea solamente, escribieron los médicos que atendieron los casos en un trabajo publicado el 5 de noviembre en The New England Journal of Medicine. La pérdida grave de fluidos puede producir un tipo de shock que impide al corazón bombear suficiente sangre, lo que luego lleva a una falla orgánica múltiple.
"El beber la solución de rehidratación oral y tratar la deshidratación me dio energía y mi sistema inmune pudo luchar contra el virus", dijo Igonoh, de 29 años.
Los pacientes quedan "increíblemente deshidratados" porque no sienten ganas de comer ni beber en las primeras etapas de la enfermedad y después pierden litros de fluidos por la profusa transpiración, vómitos y diarrea, según Mardel.