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Auge del 'shale' disipa temores del mercado: Goldman Sachs

El temor de que se produzcan faltantes de gas se disiparon desde 2005, cuando los huracanes 'Katrina' y 'Rita' dañaron las plataformas de producción del Golfo de México.

El aumento de la producción de gas de esquisto en los Estados Unidos está alejando los temores del mercado de futuros, consideró Goldman Sachs Group Inc. y contendrá los precios durante las próximas dos décadas.

Desaparecerá la casi triplicación de los costos a 15.78 dólares como en 2005 conforme los operadores sigan confiados en que el combustible estará disponible cuando se lo necesite. El gas natural se negociará "en gran parte" a cuatro a cinco dólares por millón de unidades térmicas británicas en los próximos veinte años, afirma Goldman Sachs. Société Générale prevé que los precios se ubicarán en cinco dólares hasta fin de 2019. Bank of America Corp. pronostica 5.5 dólares para 2017, mientras que BlackRock Inc. proyecta cuatro a cinco dólares para la próxima década.

En 2009, los precios estuvieron cuatro veces más volátiles que hoy en tanto crece la producción por noveno año consecutivo y nuevos gasoductos entregan el combustible a los clientes. El uso para consumo en el próximo invierno cuesta 3.2 por ciento más que ahora, la prima más pequeña para el período de demanda pico desde 2000. Las reservas iniciarán la temporada de calefacción en los niveles más bajos desde 2008.


"El mercado no está preocupado con razón porque hay mucha oferta que estará disponible", dijo Jeffrey Currie, responsable de investigación de materias primas de Goldman Sachs en Nueva York, en una entrevista telefónica del 23 de junio. "Tenemos suficiente flexibilidad en el sistema de abastecimiento".

PRONÓSTICO DEL GOBIERNO

La Administración de Información de Energía de los EU pronostica que los precios del gas promediarán menos de cinco dólares hasta fin de 2023 y menos de seis dólares hasta 2030. El combustible promediará menos de cinco dólares hasta fin de 2017, sobre la base de las estimaciones de los analistas consultados por Bloomberg.

El temor de que se produzcan faltantes de gas se disiparon desde 2005, cuando los huracanes Katrina y Rita dañaron las plataformas de producción del Golfo de México. El gas offshore representó el 5 por ciento del suministro estadounidense el año pasado, cayendo respecto del 17 por ciento de 2005, en tanto la producción del gas de esquisto, que aumentó gracias a la fractura hidráulica o fracking, creció de Pensilvania a Texas.

La producción estadounidense aumentará 4 por ciento en 2014 hasta llegar a un récord por cuarto año consecutivo, según la Administración de Información de Energía, división estadística del Departamento de Energía.

"En este momento, los precios están cerca o un poco por debajo de donde deberían estar los indicadores económicos para sostener los volúmenes en el largo plazo", dijo Poppy Allonby, gerente de cartera del Commodity Strategies Fund de BlackRock en Londres. La producción de esquisto mantendrá el gas en la banda de cuatro a cinco dólares en los próximos diez años, aunque los precios podrían dar un salto de vez en cuando, dijo la ejecutiva.

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